“Ni de la lectura de los Lineamientos ni de las primeras medidas de gobierno de Raúl Castro, podemos decir que el gobierno cubano esté considerando un tránsito inmediato al socialismo de mercado al estilo vietnamita o chino, y obviamente no es un proceso de transición hacia el capitalismo como en los antiguos países socialistas de Europa.” —Pavel Vidal (2012, p. 4)1
“El problema, es saber dónde esta la burocracia; si arriba, en medio o abajo. Es lo que no se sabe. Pero hay una burocracia brutal que impide el desarrollo de las ideas y los cambios.” —Pablo Milanés (6 de octubre, 2012)2
Cuba está al borde del precipicio tal como Raúl Castro (RC) lo ha señalado en repetidas ocasiones. El 26 de julio del 2007 RC llamó a realizar reformas estructurales y conceptuales y eliminar prohibiciones absurdas. En 2010 inició un tímido proceso de reformas, ligeras o cosméticas, o la actualización del fracasado sistema del socialismo real. El 22 de marzo de 2012 The Economist publicó un ensayo (Revolution in Retreat) favorable al proceso de reformas en curso; sin embargo, el 13 de setiembre de 2012, menos de seis meses después, indicó en un breve artículo (Cuba: Indecision Time) que las reformas estaban en pausa o paralizadas, lo que atribuye, entre otros factores, a la edad de RC (81 años).
El propósito de este ensayo es analizar por qué las reformas adoptadas hasta ahora son insuficientes y por qué es muy probable que en 2012 se produzca el fin de las reformas ligeras o cosméticas, ahora detenidas. 2012 es un año de inflexión, similar a 1990, cuando concurren varios problemas fundamentales que se han acumulado por años, algunas tendencias y eventos externos adversos y los inadecuados resultados de las pocas y lentas reformas que RC ha realizado. La economía continúa estancada, deteriorándose y se requieren resultados mínimos a través del mayor alcance y profundidad de cambios fundamentales de políticas e instituciones, así como acelerar su ejecución. Sin reformas mayores no habrá resultados.
La estructura del ensayo es como sigue. La primera sección presenta algunos problemas fundamentales de la situación socioeconómica que determinan una economía atrasada y decadente, muestran la involución del socialismo real con su nefasto legado. La segunda sección menciona algunas tendencias y acontecimientos externos adversos que hacen prever un futuro inmediato peor. La tercera sección comenta algunas lecciones no aprovechadas de las experiencias de las reformas realizadas en los años 1980s y 1990s. Las siguientes secciones analizan las marcadas insuficiencias de las reformas de RC en 2010–2012, etiquetadas oficialmente como la “actualización del modelo económico” y la disyuntiva de políticas públicas que RC confronta. El ensayo concluye con algunos comentarios finales.
LA INVOLUCIÓN DEL SOCIALISMO REAL CON SU NEFASTO LEGADO (ALGUNOS PROBLEMAS PRINCIPALES DE UNA ECONOMÍA ATRASADA Y DECADENTE)
La economía cubana en 2012 muestra algunos problemas principales de larga duración que se han venido acumulando y que requieren una atención mayor y urgente. No se resolverán solos.
El débil desempeño económico general y de los sectores “reales” en particular
Los sectores reales (agricultura, industria, minería, construcción) y de servicios básicos—tales como electricidad y transporte—tuvieron un peso relativo del 26% en la composición del PIB total en el periodo 2005–2010. Mientras el resto de otros servicios, entre otros, comerciales, salud pública, educación, etc. aportaron el 74% del PIB en 2005–2010.
Desde 2008 la economía experimenta un bajo crecimiento del PIB. El elevado crecimiento del período 2004–2007 es atribuible a un cambio en la metodología de la contabilidad nacional en los sectores sociales y a la imputación de los pagos de transferencias y subsidios venezolanos como PIB generado internamente. La desaceleración de la exportación de servicios profesionales y técnicos y la ausencia de un nuevo motor para el crecimiento explican esencialmente el virtual estancamiento económico. También la economía sufre los efectos de la crisis económica-financiera internacional. Así las consecuencias de la compleja situación macro financiera se suman a las ineficiencias y distorsiones de una economía estalinista muy centralizada, que todavía mantiene las características principales del modelo del socialismo real soviético, a pesar de los cambios introducidos en la década de 1990 y a partir de 2010.
La producción agrícola no ha seguido el bajo ritmo de expansión de la población. La transformación de la agricultura es esencial para el éxito del proceso de reformas, ya que el 18.6% de las tierras permanecen ociosas (ONE, Anuario Estadístico 2011, Cuadro 9.1) y la dependencia de la importación de alimentos se encuentra entre 60% y 80% del consumo total. Esta situación se está agravando debido al alza mundial de los precios de alimentos.
En 2011 los médicos del hospital Calixto García hicieron una denuncia a RC señalando que los ingresos que perciben son insuficientes para cubrir sus necesidades básicas, que la cuota de gasolina de 10 litros mensuales que le asignan apenas les alcanza para una semana, y que la alimentación y otras facilidades que el hospital les proporciona se ha ido reduciendo y deteriorando progresivamente, lo que obstaculiza los servicios que pueden brindar a la ciudadanía.
El amplio desempleo encubierto en las ineficientes empresas estatales
La baja productividad general de las empresas estatales (EE) determina la baja eficiencia económica, la obsolescencia tecnológica y el alto consumo de energía y otros insumos. Así la economía es irremediablemente improductiva y el Estado no dispone de los recursos para cubrir los servicios sociales paternalistas (salud, educación y seguridad social) de los cuales Cuba estuvo orgullosa.3 En consecuencia, los salarios son bajos y los precios son altos porque las EE emplean muchos trabajadores redundantes que no producen lo suficiente, no hay eficacia en la producción. El nivel de vida de las familias cubanas ha disminuido después de la desaparición de la URSS que subsidiaba la economía cubana.4
El gobierno tiene que alentar actividades privadas capaces de absorber 1,8 millones de trabajadores excedentes, o aproximadamente el 36% de la fuerza laboral, que se despedirán en los próximos años, como resultado de la reorganización anunciada de las EE y unidades presupuestarias. Sin embargo, la reforma de las EE es complicada en sí y hay que disponer de fuentes de empleo alternativas capaces de absorberlos. Desde 2010, el gobierno ha estado analizando las planillas infladas (puestos de trabajo excedentes e improductivos) que se generaron en los últimos años, principalmente en los “otros servicios,” tales como salud, educación y las actividades de la administración pública, donde los empleos crecieron excesivamente con los programas asociados con la ahora desacreditada “Batalla de Ideas” de Fidel Castro.
Las perennes deficiencias de liquidez y de solvencia externa
La balanza de pagos muestra limitada diversidad en el comercio externo y una creciente dependencia de la exportación de servicios técnicos y profesionales, especialmente de salud a Venezuela, cuyos efecto sobre el resto de la economía es bajo. De acuerdo a Chávez, Cuba tenía unos 44,000 profesionales y técnicos en Venezuela a principios de 2012.
El sector servicios ha sido el principal generador de ingresos desde 2004, con un cambio cualitativo importante. Los servicios técnicos y profesionales, que han incorporado importantes transferencias y sobrepagos de Venezuela, han desplazado al turismo y las remesas como el principal generador de ingresos externos y contribuyeron al superávit en la balanza de bienes y servicios en 2009 y 2010. En el período 2004–2007 las exportaciones de servicios crecieron a una tasa anual superior al 28%; sin embargo, se redujeron a solo el 3% en el período 2008–2010 y es improbable que la tendencia anterior se recupere.
El déficit en el comercio de bienes ha continuado aumentando en la última década. La exportación de bienes no crece. Entre otros factores por la caída de la producción de azúcar, el estancamiento de la producción de níquel, la disminución de las exportaciones de cítricos y productos marinos, mientras que las importaciones siguen expandiéndose a pesar de la política pública para restringirlas y sustituirlas.
El gobierno cubano se ha acostumbrado a vivir, más allá de los recursos nacionales, convirtiéndose en un estado parasitario, ahorrando poco y financiando la mayor parte de sus inversiones con ahorros externos, incurriendo en endeudamiento excesivo, demasiado elevado para que se pueda pagar.
La persistente baja tasa de formación y mantenimiento de capital
Cuba mantiene una tasa de inversión preocupantemente baja. La menor de la región y uno de las más bajas del mundo5 que influye en la obsolescencia tecnológica y que se agrava por los insuficientes mantenimiento y reparaciones. La disminución de los recursos públicos para la inversión y los gastos de mantenimiento se ha debido a que el gobierno se obligó a un pleno empleo artificial y mantiene abundantes empleados redundantes que se estima en el 36% de la fuerza laboral.
De 2000 a 2011, los planes aprobados de inversión pública nunca se realizaron, lo que muestra una preparación incorrecta de los mismos dada la falta de materiales de construcción y equipos necesarios, que a su vez dio lugar a una parálisis de los recursos materiales y financieros. Ello está vinculado a la escasez de las importaciones requeridas para las inversiones. Así el Estado ha perdido valiosos recursos y oportunidades debido a esta perversa situación.
Cuando los médicos del hospital Calixto García de La Habana hicieron su llamado denuncia a RC señalaron la falta de inversión y mantenimiento apropiados como causales de la reducción de la cantidad y la calidad de los servicios básicos de salud que el hospital puede brindar a la ciudadanía. Esta situación es generalizable a toda la economía.
La disminución y el envejecimiento de la población, el desaliento de la juventud
Por último, pero no menos importante, es la complicada situación demográfica con una baja tasa de natalidad, que cayó por debajo de los niveles de reemplazo, un elevado porcentaje de la población tiene más de 60 años y la emigración que supera 35.000 personas por año. Los que quieren emigrar son los jóvenes, los más calificados y emprendedores que el país no puede permitirse el lujo de perder. El temor que la emigración aumente a niveles aún más elevados e incontrolables es la razón principal por la RC determinó que la eliminación de los controles a la salida de la isla requiere un estudio más largo y cuidadoso.
Como resultado de la baja tasa de natalidad y la elevada emigración, el porcentaje de la población entre las edades de 0 a 14 años está disminuyendo, mientras que el grupo de 60 o más años continúa creciendo. En 2011, 1.941 miles de cubanos tenían entre 0 y 14 años de edad, o 17.2% de la población total, y 2.017 miles tenían 60 años o más, o 18.1% del total (ONE, Anuario Estadístico 2011, Cuadro 3.3). El envejecimiento de la población es uno de los problemas más cruciales que Cuba confronta, en particular debido a la preparación que exige de todas las instituciones públicas y la sociedad para hacerle frente a la financiación de la vejez y los servicios sociales. Con las tendencias actuales, ONE estimó que en 2025 habrá casi tantos pensionados como trabajadores y que la población de menos de 14 años sea del 14.3% del total y la de 60 años o más el 26.1% del total.
Las pensiones son bajas (un promedio de US$10 al mes en 2011), y los pensionados se encuentran entre los de menores ingresos de la sociedad. Pero en 2011 los costos totales de pensiones ascendieron al 7% del PIB. En diciembre de 2008 el gobierno introdujo una reforma de las pensiones, aumentando las contribuciones efectivas (introducidas en la década de los 1990s) y la edad de jubilación a 60 años para las mujeres y 65 años para los hombres. Sin embargo, esas medidas han sido insuficientes para que las pensiones se autofinancien, o para eliminar los bajos ingresos de los pensionados.
El único remedio eficaz es mejorar la calidad de vida que es tan deficiente que la población, especialmente los jóvenes, están dispuestos a hacer casi cualquier cosa, aún a riesgo de sus propias vidas, para salir del país. De lo contrario, la presión para emigrar no solo seguirá siendo fuerte, sino se acentuará.
Los cinco desequilibrios y distorsiones comentados, estrechamente interrelacionados, no es completa ni exhaustiva. Sin embargo, muestra un sistema débil e inflexible con un mercado interno pequeño que es dependiente del ahorro externo y las importaciones.
El hecho de que el sistema se haya mantenido con los desequilibrios y las distorsiones existentes implica que se requieren reformas sustantivas y efectivas para corregirlas o que sus consecuencias adversas durarán más. Los tiempos presentes son difíciles y se prevén tiempos peores.
TENDENCIAS Y ACONTECIMIENTOS EXTERNOS RECIENTES
La situación actual en términos de eventos, tendencias y condiciones es complicada debido a que existen factores adversos que se desarrollarían próximamente, y que podrían escalarse y salirse de control, mientras otros favorables no se han aprovechado.
El presidente Obama volvió a algunas de las políticas adoptadas por los presidentes Carter y Clinton hacia Cuba. Ha eliminado todas las restricciones a los viajes y las remesas de los cubano-americanos, permitió a los estadounidense enviar hasta US$2,000 al año a los cubanos; ha autorizado más vuelos directos y los viajes de grupos religiosos, educativos, artísticos y culturales. Estas acciones han brindado una buena oportunidad al gobierno cubano para iniciar la normalización de las relaciones bilaterales con todos sus posibles beneficios que no ha aprovechado.
Desde 2004, Venezuela ha sido el promotor y garante de la economía cubana con importantes transferencias de recursos, cercanas al 15% del PIB cubano.6 El actual deterioro de la economía venezolana a pesar de los altos precios del petróleo, el aumento de la deuda externa y la utilización de las reservas internacionales, afecta directa e inmediatamente las perspectivas de la economía cubana. Además, hay incertidumbres sobre la salud de Chávez y sobre la sostenibilidad de las políticas económicas-financieras de Venezuela.
Cuba ha tenido escaso acceso al crédito internacional, después de haber incumplido reiteradamente sus obligaciones de deuda externa desde 1986 cuando se declaró en moratoria. En enero de 2009 en lugar de devaluar el CUC, con la excusa de evitar el aumento de la inflación, el gobierno se apoderó de cerca de US$1 mil millones de depósitos en divisas de las empresas mixtas y las EE que no se terminaron de reponer hasta diciembre de 2011.
El costo del crédito externo para Cuba es elevado por esos manejos y porque la economía está en crisis, se ha aislado progresivamente de los mercados de capitales internacionales, lo que el gobierno acentuó cuando hizo una declaración imprudente e innecesaria de apoyo a la expropiación de Repsol por Argentina. Además hay un aumento de la aversión de los mercados financieros internacionales a economías muy endeudadas y riesgosas, que determinan un escenario con fuertes vulnerabilidades y riesgos para una economía débil e inflexible.
Así las condiciones internacionales son desfavorables para que Cuba tenga acceso a nuevos créditos externos o a inversiones externas, en particular, si ocurre la terminación o una disminución significativa de la ayuda externa venezolana. Los activos cubanos en instituciones financieras que informan al Bank for International Settlements se redujeron de US$5.6 mil millones a US$2.9 mil millones en los 6 meses que terminaron en marzo del 2012.
LAS LECCIONES DE LAS EXPERIENCIAS DE LAS REFORMAS REALIZADAS EN LOS AÑOS 1980S Y 1990S
El gobierno cubano, si bien ha estado envuelto en un proceso de reformas por más de 30 años, no ha realizado cambios continuos, consistentes y suficientes en las políticas e instituciones para atenuar los principales problemas y distorsiones citados, a pesar de que las correcciones eran y son perfectamente factibles y que ha logrado resultados positivos cada vez que las ha adoptado en forma limitada.
Cuba realizó dos rondas de reformas económicas parciales fructíferas, aunque limitadas en su alcance y profundidad. A principios de 1980 cuando intentó institucionalizar algunas racionalizaciones económicas y en 1993–1995 cuando trató de detener el colapso generado por el fin de la ayuda soviética. En ambas ocasiones las reformas fueron detenidas y revertidas unos pocos años después por razones de dogmatismo e intransigencia ideológica por la Campaña de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas en 1986 y la (Campaña de) Reafirmación del Socialismo (o la Batalla de Ideas) a partir de 1997, respectivamente.
Ambas rondas reformistas incluyeron medidas de liberalización para fomentar la producción de los pequeños agricultores, la provisión de algunos servicios privados y de artesanías y pequeñas manufacturas por microempresas. También las reformas en los años 1990 incluyeron la transformación de granjas colectivas agrícolas en cuasi cooperativas, las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), y otras medidas importantes para promover la inversión privada extranjera, el turismo y la captación de remesas.
En ambas experiencias no hubo un diagnóstico previo de la situación existente que explicara cómo y por qué las reformas se seleccionaron, cuáles eran sus objetivos específicos, y cómo se deberían supervisar, evaluar y corregir, si fuere del caso, su desempeño.
Tampoco se han contestado posteriormente preguntas fundamentales sobre algunos aspectos clave de las reformas efectuadas que tienen implicaciones para las reformas que se están realizando en la actualidad. Por ejemplo, ¿por qué el marcado fracaso de las UBPC? El 73% de ellas confrontan serios problemas. Particularmente, cuando se ha aprobado una nueva legislación sobre las mismas y cuando el gobierno ha decidido “cooperativizar” muchas actividades fuera de la agricultura realizadas por pequeñas y medianas EE.7
Es imposible eludir las consecuencias de las reformas parciales y revertidas, que no sea intentarlas de nuevo diseñándolas bien, ampliando su alcance y profundidad, y acelerando su ejecución para así obtener mejores resultados y hacerlas eficaces. El urgente imperativo para el gobierno es hacer reformas económicas efectivas y sostenidas para que el sector privado y los mecanismos de mercado tengan un mayor rol en la economía. Las autoridades no pueden gobernar bien si no se preparan para el futuro mediante el fomento de la expansión económica para crear la riqueza indispensable que sustente el mantenimiento y mejora de la educación, la salud, la seguridad social y otros servicios públicos. Los efectos del crecimiento económico tienen gran fuerza.
El dilema fundamental de las reformas en Cuba fue antes y es ahora la ambivalencia de la élite. Por una parte, quiere y necesita, el aporte económico de los mecanismos de mercado y del sector privado. Por otra parte, es reacia a perder o reducir su control político y económico absoluto y sus privilegios y no se decide hacer los cambios esenciales de políticas e institucionales, lo que termina generando malos resultados, malestar y tensión.
Actualmente, una vez más, la élite está paralizada y no se muestra a la altura de los desafíos por los problemas que Cuba enfrenta. Es incapaz de adoptar las reformas básicas de políticas e instituciones. Adicionalmente, los círculos intelectuales y académicos que sirven de correa de transmisión a la élite son también bastante selectivos e incapaces de exponer las consecuencias de la inacción.
LAS REFORMAS EN CURSO, 2010–2012, O LA “ACTUALIZACIÓN” DEL MODELO ECONÓMICO, O UN CASO DE MALA PRÁCTICA ECONÓMICA
Desde principios de los 1990s una abundante literatura académica apoyó la necesidad de realizar reformas fundamentales en Cuba para superar los problemas socioeconómicos, entre ellos: la falta de una moneda convertible, el sistema de precios distorsionados vinculado a los controles de precios y la sobrevaluación del tipo de cambio, la ausencia de mecanismos de mercado, la dualidad monetaria, los mercados segmentados, los pobres resultados de los sectores “reales” en general y en particular de la agricultura y la industria azucarera, y la ineficiencia de las EE y las entidades públicas. La presión para realizar reformas integrales no solo proviene de los académicos, sino también de los graduados de instituciones extranjeras de educación superior y de quienes han vivido en el exterior.
A partir de 26 de julio de 2007, RC cambió el tono del debate económico, puso fin al enfoque excesivamente ideológico de Fidel Castro y al total abandono de la acción económica. En su lugar, RC adoptó un tono más pragmático orientado a alentar reformas estructurales y conceptuales básicas y eliminar prohibiciones absurdas para dinamizar la economía y mejorar el bienestar de la población. Sin embargo, más de un lustro después RC no ha realizado cambios mayores y está flanqueado por un grupo de estalinistas octogenarios que el mismo seleccionó y designó. La miopía de la élite, insensible e hipócrita, enmascarada en los dogmas de un marxismo decimonónico y en un estilo de vida de privilegios y poder absoluto (“las mieles del poder”) ha resultado en una parálisis conservadora anti reformista. La élite está en función de sus intereses particulares en vez de una lógica pragmática y realista para resolver los problemas socioeconómicos que Cuba enfrenta. Muchos disidentes consideran que los dirigentes y su filosofía que generaron la critica situación nacional, son incapaces de reformar el sistema.
Tal vez ello explica por qué las reformas de RC han sido cautas, discretas, con lenta implementación y ahora están pausadas. Parecen hacer frente a los síntomas y los efectos de la crisis en vez de corregir sus causas, con la excusa de que es imposible y peligroso hacer todos los cambios a la vez. Además, las autoridades continúan ignorando el hecho de que están posponiendo y agravando los problemas.
Los lineamientos (“Lineamientos para la Política Económica y Social”) de RC carecen de una evaluación realista de la situación existente y no presentan claridad estratégica de un proyecto para Cuba. No definen un enfoque general para el futuro desarrollo económico del país, ni qué hacer con realismo pragmático frente a los problemas de largo plazo que se han acumulado por tantos años ni sobre los eventos y tendencias externas adversas. Tampoco identifican los bienes y servicios que se promoverán para reinsertar a Cuba en la economía mundial. Los lineamientos solo son una lista de buenos deseos y meras exhortaciones, sin prioridades claras, secuencia y coordinación de los cambios que son necesarios de políticas e instituciones.
RC ha insistido en que no habrá marcha atrás, pero que las limitadas reformas ocurrirán lentamente (“sin prisa, pero sin pausa, poco a poco,” el poco a poco lo añadió el 26 de julio de 2012). Este enfoque una vez adoptado, se podría afianzar erróneamente. El concepto de las actualizaciones, o cambios marginales, para problemas estructurales mayores es fundamentalmente deficiente y erróneo, y una vez adoptado no permitirá una escapatoria fácil. RC ha evitado las palabras “reforma,” “transición” y “sector privado” y ha establecido que el objetivo principal de las “actualizaciones” es “mejorar el socialismo.” Sus palabras tienen significado, son el medio central de comunicar sus ideas y posiciones.8
Los lineamientos y las reformas adoptadas son deficientes en tres componentes centrales y, consiguientemente, son un caso de mala práctica económica.
(1) Tienen una contradicción esencial entre, por un lado, el rol del estado y, por otro lado, el rol del sector privado y el mercado. Toman la imprudente decisión de dar prioridad absoluta a la función del Estado y sus políticas pro-activas, mientras que minimizan las fuerzas espontáneas de los mecanismos del mercado y el papel del sector privado que se requieren con urgencia para mejorar la calidad de los bienes y servicios y reducir los costos.9 Hay mucho espacio para las conductas rentistas por la intermediación (o el arbitraje) y la resistencia de la nomenclatura y la burocracia a la necesaria desburocratización. Asimismo, se induce a los individuos que realicen actividades improductivas e ilegales (robo, mercado negro y la economía sumergida).
(2) Las reformas se concentran en el ámbito microeconómico, pero no proporcionan para ser eficaces la suficiente libertad para los emprendimientos ni la seguridad para los derechos de propiedad. La liberalización debería ser integral y no centrarse solo en la pequeña agricultura y las microempresas de servicios, sino también ampliarse a empresas de mayor escala (medianas y grandes) y a la inversión extranjera, así como a todos los sectores para impulsar la productividad y aprovechar las ventajas del alto nivel de desarrollo social, especialmente en educación, y emplear a los trabajadores redundantes. Las reformas aún no han establecido un papel para la participación de los profesionales y los técnicos especializados.
Una cuestión que surge del análisis de las reformas es su insuficiencia para desatar inclusivamente las habilidades emprendedoras y el esfuerzo y trabajo de la población, particularmente de los profesionales y los técnicos especializados, para aprovechar los enormes recursos invertidos en la educación durante las últimas cinco décadas, y para atraer la inversión extranjera directa. Es indispensable ampliar la apertura del sector privado a mayor escala para el crecimiento económico sostenible. Además, las reformas liberalizadoras en la agricultura y las microempresas tienen abrumadoras restricciones, que desconfían de los mecanismos competitivos de mercado y la propiedad privada e impiden o dificultan la expansión de las actividades necesarias, tal como los académicos cubanos lo han detallado recientemente.10
(3) Las medidas macroeconómicas se limitan a reducir los trabajadores redundantes, en las EE y a una mayor austeridad en el gasto social en lugar de reducir otras distorsiones importantes en los precios y el sistema monetario-cambiario para aumentar la oferta agregada potencial. RC se ha concentrado principalmente en el recorte del déficit fiscal y de la cuenta corriente. El déficit fiscal se redujo de 6.7% del PIB en 2008 a 3.8% del PIB en 2011.
Se requiere una política macroeconómica más amplia y activa. En particular en las áreas monetaria y cambiaria para eliminar las fuertes distorsiones existentes junto con un proceso de liberalización más inclusivo de los precios, las actividades privadas y los mecanismos de mercado para facilitar la búsqueda de impulsores de las exportaciones y el crecimiento económico y superar las severas restricciones financieras externas.
No es necesario que los cambios se produzcan de inmediato ni simultáneamente por las condiciones iniciales débiles e inflexibles de la economía y que, consecuentemente, se fracturen la estabilidad macroeconómica e institucional. Como se desprende de la experiencia de Viet Nam, aun si se aplicara un enfoque tipo “big bang” en las etapas iniciales, tomará varios años completar importantes transformaciones del sistema económico. Sin embargo, Cuba debe iniciar y acelerar el proceso de reformas lo antes posible, sin más dilaciones y excusas, para recuperar el tiempo de tantos años perdidos.
El índice de precio de los productos agrícolas aumentó en un 20% en 2011. Ahora el gobierno ha prometido extender el periodo de usufructo de las tierras hasta 25 años, permitir las construcciones de viviendas y reconocer las mejoras en las tierras dadas en usufructo en caso que las concesiones no se renueven. El Acopio fija precios altos para los insumos agrícolas y precios bajos para las entregas de bienes, lo que es una gran fuente de poder y privilegios para los miembros del partido, pero no proporciona incentivos adecuados. El Acopio da a los pequeños agricultores las directivas para la producción e impone prohibiciones, fija precios y la adopción de medidas administrativas contra los infractores, pero no establece sanciones en contra de los directivos dentro del intermediario estatal que no actúan correctamente. Ahora, las nuevas cooperativas agrícolas, bajo un programa piloto en las provincias de Artemisa y Mayabeque, se encargarán de muchas de las funciones de Acopio.
Si las microempresas se van a expandir el gobierno tendrá que flexibilizar las excesivas normas y reglamentaciones que las restringen. Las excusas para acciones más decisivas son mendaces. Los académicos cubanos proponen que se permitan actividades privadas por cuenta propia de servicios profesionales de ingenieros, arquitectos, médicos; una acción importante por sus propios méritos, aparte de que eliminaría la practica vigente que es claramente discriminatoria. Los impuestos sobre las nuevas microempresas han sido reducidos, pero todavía están diseñados para producir “empresas bonsái,” en las palabras de Oscar Espinosa Chepe. La falta de suministros a precios mayoristas y de crédito constituyen otros obstáculos principales. Algunos de los suministros básicos y de recursos de capital para la puesta en marcha de los nuevos negocios provienen principalmente de las remesas y las visitas de familiares, pero se han tratado de reducir aumentando significativamente los impuestos de los bienes entrados por las visitas de familiares.
Las reformas están atrapadas en un letargo de mala práctica económica por las barreras burocráticas a la recuperación y el desarrollo como lo indica la cita de Pablo Milanés al inicio del ensayo. No animan al ciudadano a utilizar su iniciativa, ni le proporcionan autonomía e independencia, obstaculizando el desarrollo. Además, continúan frescos los malos recuerdos y experiencias de cómo los cambios se detuvieron en las dos rondas anteriores de reformas y cómo se persiguió a los emprendedores. Los cambios de actitudes y comportamientos sociales son difíciles. Es necesario eliminar los peligros de la excesiva burocracia y la consecuente corrupción sobre el bien común, lo cual requiere cambios de políticas e institucionales para aprovechar las enormes energías y el ingenio humano.
Una de las reformas macroeconómicas pendientes es la unificación cambiaria y determinar una tasa de cambio competitiva.11 La dualidad del tipo de cambio tiene enorme costo para las actividades empresariales. En Viet Nam la devaluación del tipo de cambio real fue decisiva para la estrategia de crecimiento impulsada con base en las exportaciones. Si los bienes y los servicios del país continúan con precios no competitivos, fuera de los mercados mundiales, la producción y el empleo no se ampliarán. La política de tasa de cambio sobrevaluada muestra una completa incomprensión de cómo reinsertarse internacionalmente y sacar provecho del proceso de globalización.
Un fracaso de facto de las nuevas reformas ya tuvo lugar en 2011 al gobierno aceptar un “recorte” de más del 50% en la meta de reducir a los trabajadores redundantes en las EE y la burocracia centralizada. Reducciones fiscales adicionales en los servicios sociales y en los bienes básicos proporcionados por el racionamiento es poco probable que ocurran en 2012. Este enfoque es poco realista e insuficiente. De esa manera, Cuba va a terminar manteniendo o aumentando sus problemas económicos fundamentales: la baja productividad laboral, la baja tasa de inversión, la baja capacidad de importación y la fuga de capital humano de jóvenes debido a los bajos salarios, mientras que la proporción de la población laboral sigue disminuyendo. Estos desequilibrios dificultan la recuperación económica y el crecimiento.
Un presupuesto más estricto mediante la disminución de los gastos sociales, si bien es necesario es insuficiente. Ignora que el problema fundamental fiscal es el déficit implícito generado por la fuerza de trabajo redundante y la baja productividad en las EE y en la burocracia centralizada, agravada por un tipo de cambio sobrevaluado. Este enfoque erróneo de política se ha utilizado por más de dos décadas y ha acostumbrado a Cuba a gastar más de lo que produce. Al final, el gobierno financia a los trabajadores redundantes y la burocracia centralizada y los cubre desde 2004 con la creciente dependencia de la generosa ayuda de Venezuela y por el aumento del endeudamiento externo. La línea implícita oficial más reciente es que la baja productividad de Cuba y otros problemas importantes cesarán una vez que el gobierno reduzca los gastos sociales públicos suficientemente, se aumente la productividad de los empleados y aumente la producción de petróleo. Pero es poco probable que este sea el caso.
Cuba ha seguido empleando lo que János Kornai, en su análisis de las fallas fundamentales del socialismo real, llamó “una restricción presupuestaria blanda.” Cuando las autoridades permiten a las EE mantener nóminas más elevadas que las requeridas, simplemente retiran fondos de las cuentas centrales y, en consecuencia, dispone de menos recursos para la inversión y los gastos sociales. Se trata de un despilfarro de recursos, al mantener a flote empresas fracasadas y obsoletas y un pleno empleo artificial. Por ello la baja productividad de las EE sigue siendo tan común y la razón de por qué la tasa de inversión y capacidad de exportación se mantienen bajas en Cuba.
Las EE pagan por sus empleados superfluos y no tienen suficientes recursos excedentes para invertir y mejor sus tecnologías para generar más y mejores bienes transables, eficientes y competitivos. Mientras que el derroche de los recursos continúe, se determinan bajas tasas de inversión y de exportación de bienes y servicios. Así, mientras se mantenga la restricción presupuestaria blanda de las EE a pesar del reciente ajuste fiscal en los gastos sociales, no ocurrirán ajustes importantes en la tasa de inversión ni en la capacidad de importación.
¿Y AHORA QUÉ? (EL DILEMA DE POLÍTICAS PÚBLICAS DE RAÚL CASTRO)
Después de cinco años de expectativas que RC desató el 26 de julio del 2007 y de promesas incumplidas, la mayoría de los cubanos, en el mejor de los casos, somos escépticos sobre las intenciones y la capacidad de RC para promover y lograr una economía eficiente y productiva que aumente el limitante bajo nivel de vida nacional. RC ha sido una figura de sucesión y no de transición, y mucho menos de transformación, como dio a entender en 2007.
Dada la precaria situación socioeconómica del país con problemas mayores de larga duración y el deterioro de las condiciones y las perspectivas económicas internacionales, así como la insuficiencia y la paralización de las reformas en curso, si RC no adopta reformas mayores en breve, la crisis se exacerbará y, con ello, las tensiones se intensificarán y las frustraciones sociopolíticas existentes harán metástasis, en particular para los que disienten y desean emigrar. RC perderá apoyo político, está gobernando con una creciente represión e inmovilismo. Primordialmente porque la ciudadanía demanda políticas e instituciones públicas más inclusivas que sustituyan a las que consideran que solo benefician a la élite y la nueva burguesía económica que está surgiendo de la apropiación de la riqueza nacional, también rechazan las crecientes bravuconadas represivas.
En cambio si RC adopta las reformas necesarias para mejorar la situación y reducir las tensiones sociales, más ciudadanos serán independientes del Estado y se reducirá el poder económico y político de la élite que, en cualquier caso, es exagerado.
El inmovilismo ha alcanzado una etapa crucial. RC no tiene más remedio, como lo hizo Fidel Castro en 1993, que adoptar, aunque sea renuentemente, reformas más ambiciosas y efectivas para aumentar el bienestar económico de la ciudadanía y mantener la estabilidad y cohesión social. Tiene que adoptar cambios mayores en las políticas e instituciones que los contemplados en los Lineamientos. No tiene otra opción. 2012 es un año de inflexión. El momento decisivo, o la hora cero, aún no ha llegado, pero se aproxima. El estatus-quo socioeconómico y las políticas actuales han llegado al límite y algunos cambios esenciales están en el aire. La situación es compleja, pero su desenlace es predecible.
COMENTARIOS FINALES
La situación actual con los principales problemas socioeconómicos existentes no puede continuar indefinidamente y es probable que empeore aún más por los eventos y las tendencias económicas y financieras externas recientes. Los escasos resultados de la deficiente gestión de RC en la economía constituyen otro problema adicional mayor. Los informes estadísticos recientes de la ONE, que Oscar Espinosa Chepe comenta en detalle, confirman que la economía está lejos de recuperarse.
La inercia burocrática y la insensibilidad de la élite gobernante han prevalecido una vez más. No hay suficiente dinamismo económico y las perspectivas son sombrías. Sin una actitud crítica y un tratamiento diferente e innovador no habrá recuperación.
Estas son algunas razones importantes por qué el actual programa de reformas, ahora “pausado,” es inadecuado, incluso si el gobierno cubano pone en práctica las medidas que ha anunciado tiene en consideración, entre ellas “cooperativizar” las pequeñas y medianas EE.
Como diría Karl Marx la historia de las reformas económicas parciales de Cuba se ha repetido primero como una tragedia y más recientemente como una farsa, pero más deplorable aún que la tragedia original.
Las actuales reformas ligeras o cosméticas, limitadas, pocas y lentas, y ahora paralizadas, son patéticamente inadecuadas. Son imprescindibles reformas mayores, no se puede continuar con los enfoques minimalistas vigentes. Cuba requiere una apertura real de la economía, adoptar medidas efectivas para detener el desperdicio de recursos de las EE y aumentar la tasa de inversión y la capacidad de importación, y así evitar un colapso económico similar al de principios de los años 1990s con sus terribles costos humanos y sociales. Se requieren más amplias y profundas medidas de política e institucionales, microeconómicas, macroeconómicas y una acción más limitada pero efectiva del Estado. No hay otra opción.
En 2007 RC planteó realizar cambios estructurales para superar la situación de bajos ingresos del país. Sin embargo, un lustro después la lenta implementación o el inmovilismo de facto para realizarlos ha creado severas inconformidades y tensiones sociales. Así, paradójicamente no hacer los cambios fundamentales, al ser inaceptable, podría detonar cambios mayores. Es decir, si RC evade o posterga los cambios fundamentales imprescindibles, los puede precipitar. En 2012, Cuba no ha entrado todavía en un momento decisivo, pero parece estar muy próximo como lo estuvo a principios de los años 1990s.
FOOTNOTES
1. http://www.ide.go.jp/English/Publish/Download/Vrf/pdf/473.pdf.
2. http://cultura.elpais.com/cultura/2012/10/05/actualidad/1349463613_166702.html.
3. Sobre el deterioro de los servicios de salud, además de la denuncia comentada de los médicos del hospital Calixto García, ver por ejemplo, el reportaje de Al Jazeera, http://www.aljazeera.com/indepth/features/2012/06/201265115527622647.html.
4. En términos reales el salario promedio se redujo más del 85% en el período 1990–1993. Hoy el salario real representa solo el 27% del nivel de 1989. Su poder adquisitivo mensual apenas corresponde a US$20. Las familias subsisten con la ayuda de subsidios estatales, las remesas y los ingresos fuera del sector estatal.
5. Gabriel Di Bella and Andy Wolfe (2009), “Cuba: Economic Growth and International Linkages—Challenges for Measurement and Vulnerabilities in a Bimonetary Economy,” en Cuba in Transition—Volume 19, Washington, Association for the Study of the Cuban Economy, págs. 354–367.
6. Ernesto Hernández-Catá, The Growth of the Cuban Economy in the First Decade of the XXI Century. Is It Sustainable? (http://thecubaneconomy. com/articles/2012/06/ernesto-hernandez-cata-the-growth-of-the-cuban-economy-in-the-first-decade-of-the-xxi-centuryis- it-sustainable/).
7. El 21 de septiembre de 2012, el diario Granma, presentó un análisis de la situación actual de las UBPC. Indicó que de las 1,989 “cooperativas” de ese tipo, 1,122, el 57% del total, tienen dificultades de índole organizativa, productiva, económica y financiera. Asimismo, 327 (o 16.4% del total) están en un estado tan crítico en esos aspectos que no tienen posibilidad de recuperarse y que en dichas condiciones difícilmente poseen condiciones de pagar sus deudas, siendo fuentes de cadenas de impago. (http://www.granma.cu/espanol/ cuba/21sep-Autonomia.html).
8. ¿Cómo se puede apoyar una economía que no se entiende? Y peor aún que ni siquiera se ha explicado.
9. Una realidad a la que los ciudadanos tendrán que ajustarse en lugar de demonizar o participar con una fina capa de oposición que oculta su deseo de que fracase.
10. Armando Nova González, Impacto de los Lineamientos de la Política Económica y Social en la Producción Nacional de Alimentos, mayo de 2012, Pavel Vidal Alejandro y Omar Everleny Pérez Villanueva, Relanzamiento del Cuentapropismo en Medio del Ajuste Estructural, abril de 2012.
11. Para eliminar el tipo de cambio y la dualidad monetaria, las autoridades cubanas deben ahora extender la devaluación del peso cubano a las EE, las empresas mixtas y las instituciones gubernamentales. Hay que decidir si hacerlo de forma gradual o con enfoque tipo una explosión “big bang,” como en Viet Nam en 1986. La gran diferencia existente entre los tipos de cambio en Cuba (2.3%) sugiere en contra de una devaluación repentina de ese orden, pero también contra la otra alternativa extrema de realizar un ajuste demasiado lento, que requerirá sufrir los costos de la dualidad monetaria por varios años.
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