Comenzando el nuevo siglo, en los momentos más activos de mis acciones prácticas por la protección ambiental de La Habana y sus aguas, definiendo aun mis preceptos socio-ambientales por los cuales quería regir la implementación de nuevos proyectos e ideas, “cayó” en mis manos una interesante publicación del Centro Félix Varela. Este libro, presentado por el profesor Juan Antonio Blanco, me acercó por primera vez a la idea de una posible interacción armónica entre los sistemas económicos-financieros, productivos, y mercantiles con los sistemas biológicos, humanos y sociales por una real protección de los recursos naturales y el ejercicio del desarrollo socioeconómico de nuestra especie sobre bases seguras y duraderas. Desgraciadamente en la Cuba del 2000, cuando ya se materializaban las voluminosas ayudas de Venezuela, Paul Hawken y su libro La Ecología del Comercio no tuvieron trascendencia.
Ha transcurrido más de una década y Cuba se encuentra en un profundo proceso de transición (¿actualización?) socioeconómica nunca antes imaginado pero desde posiciones y estructuras económicas muy débiles. Bajo estas circunstancias, pudiera parecer un desatino inmenso introducir en los debates actuales que están ocurriendo en todas las esferas y latitudes, el tema de la relación de los modelos de desarrollo que estamos promoviendo para Cuba con la del uso de los recursos naturales; pero las evidencias nos compulsan a análisis e ideas de mayor alcance, donde los preceptos de “Economía Verde” y otras formas de las llamadas “Nuevas Economías” también estén presentes en los diálogos sobre los futuros de Cuba que economistas, politólogos, blogueros y sociólogos junto a muchos otros, venimos participando en estos últimos tiempos.
Recientemente, viendo el contenido de la acertada publicación “Cuba: Políticas Económicas para la Transición” editada por Joaquín P. Pujol y después de leer algunos de sus materiales, reconocía la inminente necesidad de asumir también dentro de las “Políticas Económicas” recomendadas, aspectos imprescindibles como los modelos energéticos y el uso de combustibles, la forma de explotación minera para alcanzar esos niveles de desarrollo a corto plazo, la participación del suelo y el agua en el renacer de la agricultura y otros que son elementos inevitables de cualquier planificación socioeconómica en la actualidad. Tenemos que establecer vínculos entre las sistematizadas ideas que el profesor Carmelo Mesa-Lago ha estado compartiendo por mucho más de 10 años —y que por suerte hoy están cerca de implementarse — concentradas en las 17 páginas de propuestas que presenta en lo que pronto se convertirá (por la estrecha participación de los principales economistas de la Isla) en “nuestro” Libro Sobre las Reformas en Cuba, con las investigaciones del estado ambiental de Cuba realizadas por expertos cubanos (y los tempranos análisis de Díaz-Briquets también), y complementar este vínculo con las ideas de notables “economistas verdes” como Herman Daly y Dennis y Donella Meadows. Esta triangulación (sugerencias de Mesa-Lago, estado ambiental y economía verde) nos permitiría establecer las proporciones optimas de interacción entre el mercado, la inversión extranjera, el sistema tributario y las formas de propiedad, con los patrones de consumo previstos, los procesos productivos, los comportamientos sociales, los costos ambientales, las economías locales, la autonomía energética y los mecanismos financieros apropiados. Por ese camino podemos llegar a establecer modelos y procedimientos propios, teniendo claro hacia dónde queremos avanzar y con buena suerte, tal vez, aparezcan nuestros resultados en los próximos “lineamientos.”
Existen dos sectores que su avance pleno será determinante para la economía cubana en el futuro inmediato: la agricultura y el turismo. Los volúmenes de participación de estos sectores en el desarrollo socioeconómico, han sido ampliamente estudiados por expertos de ambos lados. Pero está aún pendiente una investigación profunda de la interacción de estos sectores con muy importantes y frágiles ecosistemas de la isla. Los esclarecedores trabajos de González-Corzo y Nova, tendrán que estar acompañados por análisis de otros especialistas en cuanto al uso de las aguas superficiales y subterráneas requerido por la agricultura (y ganadería) que soñamos, de la explotación y conservación de los suelos, el mejoramiento natural de las variedades de semillas, el respeto a la cobertura forestal y las áreas protegidas, etc. De la misma forma, las predicciones y valoraciones para la industria turística del profesor Perelló, de Rafael Romeu y otros, deben interconectarse con estimaciones del costo ambiental de cada dólar generado por esta industria, a partir de su presencia activa en los ecosistemas marino-costeros, el aumento considerable de la pesca en la plataforma insular para abastecer la industria turística y la generación de grandes volúmenes de desechos sin la adecuada disposición o tratamiento. Habrá que tener presente para los pronósticos del comportamiento de estos sectores los acertados intentos de Joseph Scarpaci de hacer una clasificación primaria del consumidor cubano y sus potenciales estándares de consumo durante este periodo de transformaciones económicas.
Estos temas, aunque de forma muy somera, están empezando a ser abordados en algunas publicaciones digitales y revistas nacionales, así como en diversos fórums, talleres y encuentros entre actores gubernamentales y de la sociedad civil con científicos y estudiosos de estos aspectos. Comenzando el año, la prestigiosa Revista Temas, dirigida por el politólogo Rafael Hernández dedicó su primer número a la influencia del Cambio Climático y las relaciones ambientales, en diferentes aspectos del desarrollo social y económico de nuestras naciones. La activa “Red Observatorio Critíco” mantiene con cierta periodicidad un boletín digital nombrado El Guardabosque que presenta fundamentalmente violaciones al entorno natural de la ciudad y otros pequeños artículos que relacionan la vida social con los recursos naturales a proteger. La publicación Espacio Laical del Centro Cultural Padre Félix Varela, en su articulado cada vez más interesante e influyente, deberá profundizar en estos temas sobre todo desde las investigaciones que vienen realizando del desarrollo de la pequeña y mediana empresa privada y las imprescindibles capacitaciones que imparte este centro a los nuevos emprendedores (cuentapropistas) donde seguro muy pronto también habrá un módulo dedicado a las “Tecnologías Verdes.”
Hace unos meses, ocupado en la idea de explicar lo más entendible posible a unos colegas del Caribe, mi propuesta de la forma en que pudiéramos transitar hacia una economía verde “local,” dibujé el esquema (Figura 1) que les presento nombrado “La Fábrica de Economía Verde” y esbocé un posible “Manual de Operaciones.” Este diagrama surge como forma esquemática y resumida de explicar los temas que participan en generar y garantizar un desarrollo con elementos de Economía Verde. El “Esquema Tecnológico” de la fábrica de economía verde, muestra los niveles, las secuencias y los momentos de participación de cada uno de los temas y acciones para producir “Green Economy.”
MANUAL DE OPERACIONES
Esta fábrica cuenta con las siguientes etapas y procesos que tienen sus especificaciones operacionales cada una.
- Los tanques 1, 2, 3 son los que contienen la materia prima del proceso. Estas materias primas están determinadas por la importancia que tienen estos elementos (investments, urban planing y capacity building) en el desarrollo integral y armónico de nuestra economía. Además el contenido de estas “materias primas” debe ser regulado por políticas públicas, leyes o regulaciones.
- Las válvulas (valves) 4, 5, 6 son las que controlan el flujo y el volumen de participación de cada una de las materias primas en los procesos que ocurrirán en el Reactor. La buena operación de estos conceptos-válvulas (botton line methods, changes in consumptions patterns, education system) es la que garantiza que continúe el proceso de producción de “economía verde” bajo condiciones estables y seguras.
- El reactor (7) es el elemento fundamental en la producción de Economía Verde pues es donde se mezclan todos los componentes y se establecen las estrategias para el trabajo futuro de cada uno de los grupos sociales participantes y subgrupos de investigación y desarrollo. El proceso de “reacciones continuas” que tiene lugar en el elemento 7 está condicionado por los monitoreos y evaluaciones del propio proceso que deben ir ocurriendo.
- “The Pump” como elemento 8 del proceso es quien bombea “las sustancias resultantes” hacia las otras etapas. “Action research+learning” es donde se va variando la potencia de emisión de los resultados hacia los sectores principales para la ejecución de las estrategias.
- “The pipe lines” 9 y 10, son los caminos, las líneas conductoras de los resultados parciales bombeados por “the pump” 8 hacia los decantadores 11 y 12. Las líneas conductoras (communication strategies, fiscal actions) son las que van preparando y solidificando los resultados del REACTOR dirigidos a los dos sectores y estructuras principales de la sociedad que intervienen en la producción de economía verde: “informal sector” y “government performance.”
- En los decantadores 11 y 12 ocurre la separación entre los resultados concretos obtenidos que sedimentan al fondo cónico y se dirigen por los conductos 13 y 14 hacia el tanque de almacenamiento de “Green Economy” (15). La sustancia sobrenadante de los decantadores 11 y 12, es decir, la parte del proceso que no se logró solidificar y conformarse como resultado en un primer ciclo del proceso después de las “reacciones” ocurridas en el reactor y conducidas por 9 y 10, se recirculan al inicio del proceso de producción de “Green Economy,” específicamente al tanque 3 (Capacity Building) como parte de la acción “lecciones aprendidas” para que formen parte de otros ciclos y etapas de la producción con nuevas características y condiciones.
- Si la operación de la “Fabrica de Economía Verde” se mantiene de la forma descrita en los puntos anteriores, controlando cada una de sus etapas y ciclos, dándole los tiempos requeridos a cada parte del proceso y garantizando la calidad de las materias primas, obtendremos en el tanque 15 una economía verde participando en los procesos de transición en Cuba y altos niveles de felicidad consciente en sus habitantes.
Figure 1. The Green Economy Factory
CONCLUSIONES
Este es mi intento de introducir el necesario tema de las formas de desarrollo, la vida social y la interacción con los recursos naturales, en los diálogos actuales entre profesionales, actores gubernamentales y de la sociedad civil de ambos lados. Con estos contenidos “sobre la mesa,” el dialogo estará más completo.
Ese posible y deseado avance económico por el que muchos trabajan, tendrá que suceder en armónica relación con los recursos naturales que tenemos y evitando extremas transformaciones geomorfológicas de nuestro archipiélago. Utilicemos las “ciencias naturales” junto a las sociales y económicas, como elemento planificador del desarrollo desde la conservación del entorno natural y la especie humana. Eso dotaría al proceso de “actualización” económica y a sus ejecutores, que debemos ser todos, de la sensibilidad transformadora que requieren estos tiempos.
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