INTRODUCCIÓN
El Centro Histórico La Habana Vieja, inscripto en la delimitación municipal, incluye al área original intramuros y la expansión extramuros de la Villa San Cristóbal de La Habana, fundada en 1519. En 1978, fue declarado Monumento Nacional y posteriormente, en 1982, y conjuntamente con el Sistema de Fortificaciones Coloniales, la UNESCO los incorpora al listado del Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Desde el punto de vista urbano, la zona presenta un trazado semiregular dentro del cual se inserta un sistema de cinco plazas principales y de plazuelas. Los espacios abiertos se completan con parques, alamedas y paseos que muy especialmente enriquecen su imagen circundante.
El fondo construido, de gran valor patrimonial, es representativo de las diversas tipologías de viviendas coloniales que abarcan los siglos XVII, XVIII y XIX, así como casas y edificios de apartamentos de las primeras décadas del siglo XX. Otras tipologías arquitectónicas como la civil-pública, la religiosa, y la militar, presentan también ejemplares paradigmáticos a escala de la ciudad.
Fuera del Centro Histórico, el resto del área del municipio La Habana Vieja también conserva importantes zonas, espacios y edificaciones de valor. Hacia el sur-oeste del territorio se extiende la Calzada del Monte, principal arteria que comunicaba desde el siglo XVIII a la ciudad con los primeros asentamientos extramuros.
El populoso barrio de Jesús María, también localizado hacia el sur, fue uno de los primeros en consolidarse fuera de la muralla desde la primera mitad del siglo XVIII. Esencialmente estaba habitado por negros y mulatos que trabajaban en el Arsenal de La Habana que otrora ocupaba los terrenos de la actual Estación Central de Ferrocarriles de La Habana.
Situación Geográfica
El Municipio La Habana Vieja es uno de los más pequeños de La Ciudad de La Habana, tiene una extensión territorial de 4,32 Km2 y su territorio está dividido en 7 Consejos Populares: Prado, Catedral, Plaza Vieja, Belén, San Isidro, Jesús María, Tallapiedra (Figura 1). Contiene al Centro Histórico de La Ciudad que territorialmente abarca casi el 50 % de la superficie municipal (2,14 Km2), aunque en materia poblacional alberga al 66,1 % de los residentes municipales.
La Habana Vieja limita por el Norte con el canal de entrada a la Bahía de La Habana, por el Sur con los municipios de San Miguel del Padrón y 10 de Octubre, por el Este con el municipio de Regla y la Bahía de la Habana y por el Oeste con los municipios Centro Habana y Cerro.
Perfil Demográfico
Según los registros estadísticos oficiales, hacia el 31 de diciembre de 1999 en Habana Vieja residían con carácter permanente 96 479 habitantes. Por el tamaño de su población ocupa el tercer lugar entre los más pequeños de la provincia, aunque es el segundo en alta densidad poblacional, superior a los 22 000 habitantes por Km2.
Su población está constituida mayormente por mujeres, presentando un índice de masculinidad de 893 hombres por cada 1 000 mujeres. La distribución de los habitantes según grandes grupos de edad, muestra una alta relación de dependencia demográfica así como evidentes rasgos de envejecimiento poblacional; el 19,7 porciento son niños entre 0 y 14 años mientras que el 17 porciento son pobladores en edades superiores a los 60 años.
Economía Local
La economía del municipio está basada fundamentalmente en los servicios, con una creciente concentración de esta actividad en las instalaciones turísticas, comerciales e inmobiliarias del estado. Singular importancia tiene la actividad portuaria que se desarrolla en la mayor parte del litoral de la Bahía, predominando la industria pesquera y mercante. Los sectores con mayor volumen de operaciones son transporte, industria pesquera, industria básica, industria tabacalera, industria ligera, industria alimentaria y comercio interior. Estos sectores tributan su ganancia a la Administración Central del Estado. Por otro lado, el turismo constituye una importante fuente de empleo y de ingresos.
Perfil Residencial y Medioambiental
La Habana Vieja cuenta con 31 245 viviendas, el 59% (18 435) están valoradas en mal estado y existe un promedio de 2 derrumbes parciales cada 3 días que implican la pérdida total de varios inmuebles cada año.
Otros datos de interés que acentúan el grado de deterioro del fondo edificado es que el 16% de las viviendas (1875) no poseen servicio sanitario y un 15% lo tienen en uso común con otras (4687 viviendas). Por otra parte, el municipio cuenta con insuficiente perfil medioambiental contando solamente con un área libre 0.19 m2 por persona como promedio, la existencia de más de 171 micro-vertederos, siendo identificados unos 56 550.83 m2 de área al interior de parcelas ruinosas además de unos 982 focos de mosquitos Aedes Aegypthi y presencia de otros vectores y roedores (Figura 2).
Este proyecto tiene como objetivo evaluar, mediante el uso de los Sistemas de Información Geográfica como herramienta, los grupos de riesgos por Consejos Populares y otros grupos indicadores vulnerables a la población, tales como: alta incidencia de enfermedades infecto-contagiosas, alta incidencia de alcoholismo, elevada indisciplina social generalmente asociada por las malas condiciones de vida, estado crítico de la vivienda con alta probabilidad de derrumbes parciales y totales y elevado número de familias habitando en alojamientos de tránsito por la perdida de las mismas, entre otros indicadores sociales.
MATERIALES Y MÉTODOS
El método de la programación local participativa para la realización del diagnóstico del municipio, así como el empleo de los sistemas de información geográfico (utilizado en la realización de este trabajo), como herramienta fundamental en el análisis de las diferentes variables espaciales, sociales, medioambientales, entre otras; han sido los métodos fundamentales para la evaluación de los mapas de riesgos y recursos de la problemática actual del municipio.
El proceso de programación local participativa no es más que el conjunto de jornadas de consulta directa con la comunidad que incluye diferentes etapas, tales como:
• La coordinación entre las instituciones implicadas en la planificación y programación del territorio.
• La preparación metodológica a partir de la aplicación de la técnica de “Mapas de riesgos y recursos,” en los que se utilizaron mapas de los Consejos Populares elaborados en AutoCAD (Figura 3).
• Realización de Talleres en todos los Consejos Populares, con todas las Direcciones Municipales, Organizaciones Sociales y la comunidad, donde se identifican los problemas por sectores, empleado un total de 16 variables de riesgos para el diagnóstico del territorio (Tabla 1). Estos datos fueros tomados en el primer semestre del 2001.
DISCUSIÓN
Tomando en cuenta los procesos de programación local participativa así como los análisis espaciales realizados y el conteo físico de las variables de riesgos ponderadas por cada sector se llegó a los siguientes resultados: teniendo en cuenta su criticidad se consideran áreas con mayor índice de criticidad los Consejos Populares siguientes: Jesús María, Tallapiedra, Belén, Plaza Vieja, San Isidro, Prado y Catedral. (Gráfico 1).
Los problemas básicos que a continuación se describen agrupan las variables de riesgos identificadas por los Consejos Populares a través de los Mapas de Riesgos realizados por la comunidad y las direcciones municipales y analizados espacialmente mediante el empleo de sistemas de información geográfico.
• Estado crítico de la vivienda.
• Problemas del servicio de salud y la atención primaria.
• Problemas del sistema de educación.
• Problemas en la atención a los grupos vulnerables (adulto mayor y discapacitados).
• Déficit de instalaciones deportivas.
• Deterioro de las redes técnicas en general y déficit en el mantenimiento de la red de servicios que velan por el saneamiento ambiental.
• Riesgos que determinan otros grupos vulnerables.
Estado Crítico de la Vivienda
Considerado el más grave problema del territorio, el mal estado de la vivienda es un gran reto que se intenta enfrentar a partir de nuevos enfoques, como la construcción por cuenta propia. Existen evidencias de que la acción directa de los residentes ha sido un recurso mal aprovechado, por no haber estado conducido técnicamente, por la carencia de recursos materiales y medios de construcción, adecuados al valioso contexto, para darle mantenimiento a las viviendas y la limitada capacidad de talleres de apoyo a la reparación de viviendas; sumado a la falta de mantenimiento sistemático que ha atentado contra la conservación de los edificios. El municipio presenta una situación actual en cuanto a la vivienda según se muestra en los datos en la Tabla 2.
La simple lectura de estos datos evidencia los males que arquitectónicamente afectan a la vivienda y sus residentes, pero existen otros datos que demuestran la gravedad de estas afirmaciones. Una cantidad de 1 218 ciudadelas, distribuidas equitativamente por todo el área municipal, dan cabida a 15 830 núcleos integrados aproximadamente por 63 320 personas, lo que equivale al 59,3 % de la población total del territorio. En estas construcciones existen 4776 habitaciones en estado inhabitable y sin posible reparación y 181 inhabitables susceptibles de ser reparadas, en tanto que 4 957 núcleos (19 254 personas) residen en alojamientos de tránsito (albergues).
El aumento demográfico vertiginoso ha redundado también en una cantidad de construcciones que se realizan informalmente, en la mayoría de los casos sin la debida asesoría técnica. Así han surgido la mayoría de las 17 074 barbacoas y las 749 construcciones de mala calidad en las azoteas, estas últimas sirven de vivienda a 2 247 personas.
Desde enero de 1995 hasta el 2001 han ocurrido 795 derrumbes entre totales y parciales, lo que arroja un promedio de 2 derrumbes cada tres días, ello ha provocado que se lamentara la pérdida de 12 vidas humanas, 17 personas lesionadas y la pérdida de 388 viviendas. Uno de los Consejos Populares más afectados por el deterioro de sus edificaciones es Jesús María, donde han ocurrido más del 50 porciento de los derrumbes en la fecha antes señalada. En el mismo, el total de inmuebles en estado crítico y con alta probabilidad de derrumbes ha aumentado a 122 inmuebles.
Problemas del Servicio de Salud y la Atención Primaria
El Policlínico Principal de Urgencias Antonio Guiteras es una instalación de salud ubicada en el Consejo Popular de Prado, que atiende a la población de los Consejos Populares de Prado, Plaza Vieja y Catedral. A pesar de que la instalación requiere de un manteniendo general, es uno de los recursos fundamentales del sector en el municipio. La red de servicios y consultorios de Médicos de Familia es deficitaria, requiriéndose su mejoramiento o trazar nuevas estrategias para la salud primaria; en otro orden de prioridad, debido a su alto deterioro, se encuentran: el Policlínico Angel Arturo Aballí que sirve a los habitantes de los Consejos Populares de Belén y San Isidro; el Consultorio de Urgencia en el Consejo Popular de San Isidro; y la Clínica Estomatológica municipal ubicada en el Consejo Popular de Jesús María.
El Centro Comunitario de Salud Mental municipal, presenta espacios inadecuados y malas condiciones constructivas que limitan el desarrollo de los programas previstos y su extensión a un mayor número de pacientes. Teniendo en cuenta la importancia de esta institución se ha previsto su traslado hacia una nueva sede en el Consejo Popular de Plaza Vieja con mejores posibilidades.
Problemas del Sistema de Educación
Entre los problemas presentados en este sector de vital importancia, se encuentran la de falta de equipamiento de laboratorio para la docencia y el deterioro del mobiliario de las edificaciones de escuelas primarias y secundarias. El déficit de transporte para la distribución de los medios escolares y el abastecimiento hacia las diversas instalaciones escolares desde los almacenes centrales, constituye un problema para la gestión de este sector.
Problemas en la Atención a los Grupos Vulnerables (adulto mayor)
La asistencia domiciliaria y la red de Casas de Abuelos son insuficientes; se necesita mejorar este servicio que da apoyo diurno a los abuelos en lo que concierne a su socialización e integración con la comunidad. Los Consejos más afectados son: Jesús María, Plaza Vieja, Belén y Prado.
La red de comedores populares para la infancia y los ancianos es insuficiente; se requiere el fortalecimiento de este sistema, pues son centros gastronómicos que brindan asistencia en la comunidad para favorecer las alternativas, en lo que conciernen los ancianos, al internamiento. Con mayores problemas en el Consejo Popular de Catedral.
Discapacitados
Las sedes municipales de la ANSOC (Asociación Nacional de Sordos e Hipoacústicos) y de la ANCI (Asociación Nacional de Ciegos), ubicadas en los Consejos Populares de Plaza Vieja y Jesús María respectivamente, se encuentran deterioradas requiriendo de una acción que mejore sus condiciones generales. Existe una gran carencia de instrumentos y accesorios tales como: bastones plegables y bastones de apoyo, espejuelos, sillones de ruedas, prótesis, máquinas y computadoras con sistema Braile, entre otros.
Déficit de Instalaciones Deportivas
El déficit de instalaciones deportivas en la mayoría de los consejos populares del municipio es una realidad, siendo un aspecto de alta demanda (realizar ejercicios físicos y prácticas deportivas de niñas y niños, adolescentes, jóvenes, adultos de la tercera edad y comunidad en general, con vistas a mejorar su desarrollo físico y mental, además de ocupar su tiempo libre y apoyar el trabajo comunitario). La creación de un sistema de áreas para tales fines, adaptando espacios libres o locales de planta baja, constituiría un aporte de bajo costo y alto impacto para el territorio.
Deterioro de las Redes Técnicas en General y Déficit en el Mantenimiento de la Red de Servicios que Velan por el Saneamiento Ambiental
El sistema de las redes técnicas es otro de los temas más graves del municipio, si se tiene en cuenta que son redes antiguas, sobrecargadas y que no han recibido mantenimiento sistemático durante mucho tiempo. Esto se traduce en que el 30% de las viviendas cargan de forma manual el agua (9374) y un 7% de las viviendas (2187) no reciben agua al interior de sus inmuebles, existiendo una pérdida de 600 000 m3 de agua al año por salideros y falta de herrajes en cisternas y tanques.
La carencia de alumbrado público en extensas áreas del territorio y déficit de medios técnicos para el mantenimiento de la red, es otro grave problema con incidencia directa en la seguridad ciudadana y que tiene una escala abordable. Fueron identificadas también en el proceso participativo las afectaciones en el suministro de agua potable en zonas puntuales del municipio, y el pésimo estado constructivo de las calles y déficit de medios técnicos para el mantenimiento de la red vial, como dos problemas de alta incidencia en la calidad de vida y medioambiental (Figura 4).
Riesgos que Determinan Otros Grupos Vulnerables
• Alta incidencia de enfermedades de transmisión sexual.
• Alta incidencia de alcoholismo.
• Dificultades con la rehabilitación de los enfermos mentales en cuanto a la integración laboral.
• Elevada indisciplina social generalmente asociada a las malas condiciones de vida.
• Elevado número de familias habitando en alojamiento de tránsito por la pérdida de sus viviendas.
Los espacios de uso colectivo, como los centros polivalentes, centros de cultura comunitaria, sedes de los siete consejos populares y los talleres de rehabilitación integral del barrio no tienen condiciones adecuadas para realizar acciones complementarias de carácter educativo, de recreación y mejoramiento general de servicios que permitan el pleno desarrollo de trabajos especialmente encaminados a la atención de los grupos de riesgo generados por alcoholismo, drogadicción, conductas antisociales, entre otros. La Unión Fraternal, centro de alta demanda social del Consejo Popular de Jesús María para el desarrollo de las actividades sociocultural en el barrio, está en proceso de rehabilitación así como la Casa de Cultura municipal, ubicada en un inmueble de alto valor patrimonial con altos signos de deterioro, en el Consejo Popular de Plaza Vieja.
Resumen de los Principales Problemas Identificados por los Talleres de Programación Participativa
Consejo Popular de Jesús María
• Alto nivel de alcoholismo, drogadicción y prostitución.
• Estado crítico de las edificaciones y alto hacinamiento.
• Carencia de instalaciones deportivas, de espacios recreativos (parques infantiles)
• Estado de deterioro de las instalaciones escolares del Consejo Popular.
• Problema de abastecimiento de agua.
• Elevada existencia de microvertederos.
• Uso inadecuado.
• Contaminación de aire.
• Viales en mal estado.
• Otros (Figura 5).
Consejo Popular de Tallapiedra
• Deterioro de las viviendas, déficit de casas del consultorio del Médico de la familia, existencia de barrios insalubres. • No existencia de centros educacionales. Ausencia de centros culturales.
• Zonas de inundaciones.
• Déficit de instalaciones deportivas, no se permite el acceso a la instalación deportiva de Patrullas.
• Insuficiente capacidad para la casa de los abuelos, elevado porciento de población de la tercera edad.
• Contaminación ambiental (escape de gas, amoniaco, atmosférico).
Consejo Popular de Belén
• Ilegalidad de la vivienda.
• Estado de deterioro de la vivienda, hacinamiento.
• Prostitución, SIDA, droga, alcoholismo.
• Déficit de áreas de Educación Física, espacios recreativos y culturales.
• Viales en mal estado.
Consejo Popular de Plaza Vieja
• Estado de deterioro notable de la vivienda, hacinamiento.
• No existencia de instalaciones para la tercera edad.
• Déficit de Escuelas Primarias e instalaciones deportivas.
• Indisciplina social, déficit de alumbrado público.
Consejo Popular de Catedral
• Estado crítico de la vivienda.
• Alto índice de indisciplina social.
• Carencia de agua.
• Hacinamiento.
• Viales en mal estado.
Consejo Popular de San Isidro
• Estado de deterioro en de la vivienda.
• Construcciones ilegales.
• Hacinamiento, déficit de casa de abuelos.
• Completamiento del equipamiento médico.
Consejo Popular de Prado
• Estado crítico de las edificaciones.
• Problema de abastecimiento de agua.
• Carencia de Consultorios Médicos.
• Carencias de Servicios Públicos (falta de recursos materiales para reparar viviendas).
• Deterioro de las instalaciones de Salud. Existencia de microvertederos.
• Zonas de inundaciones y penetración del mar (Figura 6).
CONCLUSIONES
El diagnóstico anterior nos da una evidencia clara del nivel de deterioro en sentido general que presenta el municipio de La Habana Vieja. Siendo los problemas de mayor envergadura los siguientes:
1. Estado crítico del fondo habitacional.
2. Déficit en los servicios de salud y la atención primaria.
3. Alta incidencia de enfermedades de trasmisión sexual.
4. Déficit de instalaciones deportivas y recreativas.
5. Deterioro de las redes técnicas de acueducto y alcantarillado.
6. Déficit en el servicio de alumbrado público.
7. Deterioro e insuficiente mantenimiento de viales y calles.
8. Insuficiente saneamiento ambiental.
9. Elevado número de micro-vertederos y focos de enfermedades.
10. Elevada indisciplina social (droga, alcoholismo, robos y prostitución) generadas por las malas condiciones de vida.
No es objetivo de este estudio establecer recomendaciones para solucionar el deterioro general del municipio. Es de esperar que las soluciones sean dadas por un grupo multidisciplinario que apoyado en este trabajo y otros estudios, puedan elaborar perfiles de diseño a todos los niveles, solo cuando las condiciones socio-políticas y económicas del país lo requieran.
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