La economía venezolana gravita alrededor del mercado internacional de energía. Las políticas de inversión extranjera directa y de inversiones venezolanas en el exterior, la contratación de deuda externa y el costo financiero que genera la cooperación internacional, así como otras formas de vincularse con el exterior están identificadas con la producción y mercadeo del petróleo, sus derivados, su venta y sus ganancias y pérdidas.
Venezuela depende de la renta petrolera al constituir el 28% del PIB y el 95% de las exportaciones y al aportar 95% de las divisas y más del 50% de los ingresos que financian el gasto público de Venezuela (62.000 millones de dólares de un total de 120.000 millones de dólares en 2010).1
Otro plano de esa correlación entre el petróleo y Venezuela es el político. Algunos autores se han dedicado a explorar algunos temas como el rentismo y su impacto en el control del Estado y de la renta por una élite, el uso personal (predatory) de la renta, la combinación entre represión y distribución y beneficios de la renta, la configuración de una economía de enclave y de un sector energético estatizado o bajo el esquema de compañías mixtas con un 60% de capital público, todo lo cual lleva a esbozar la hipótesis que establece una relación negativa entre los recursos naturales en manos del Estado y la democracia.2
Venezuela fue considerada junto con Noruega y Canadá como la excepción a la regla. Sin embargo, a partir de los cambios políticos ocurridos en el país desde 1999, ya no se considera a Venezuela como un “caso aparte” en donde la renta petrolera jugó un papel fundamental en su estabilidad democrática; más bien se estima que ese tema sirve para explicar el surgimiento y el desarrollo del “mood” autoritario que el país tiene desde 1999.3
Quienes sostienen ahora que la democracia ha colapsado en Venezuela recurren a la tradicional idea del “pactismo,” en tanto que ellos exponen que es el quiebre del llamado Pacto de Punto Fijo el que puede ilustrar ese cambio ocurrido en 1999 y durante los años siguientes. Otro grupo de autores recurre a la idea de la reducción de la renta petrolera para explicar cómo se desestabilizó la democracia y como ese vacío político dio lugar al actual régimen híbrido que nos caracteriza.
Quienes defienden al régimen también justifican ese apoyo. Unos insisten en que hay un nuevo pacto social distinto al “Puntofijismo” basado en el proyecto socialista-bolivariano y el liderazgo del presidente Chávez y otros sostienen que la renta petrolera es la misma, pero que ahora el gobierno es un “rent maximizer” ya que se usa el excedente económico para controlar el poder y se trata de distribuir ese excedente equitativamente por la vía de modelar un Estado compensador. Esa conducta es llamada por Orro “Petrolismo.” 4
Como plantea Orro, “el petróleo puede originar mucha renta petrolera, pero falla en diversificar la economía y en crear una fuerza de trabajo autónoma.”5 Esto tiene que ver con una distribución del ingreso negativa producto de la conformación estructural de una economía de extracción y de algunos efectos perniciosos como la “Enfermedad Holandesa” y el fenómeno del rent seeking.6 De esta manera, el régimen venezolano actual mantiene un doble control del poder, “de jure y de facto.”7
Venezuela estaría reproduciendo algunas características del modelo rentista que ya fueron señaladas en los casos de algunos países árabes como Argelia, Libia (antes de 2011) e Irak (antes de 2003), tales como: la captura de la renta por una organización partidista revolucionaria y cuasi monopólica, la identificación binaria entre Estado y revolución, la formación de unas coaliciones autoritarias, la presencia de rasgos de una economía de pillaje y la ausencia de instituciones democráticas susceptibles de ejercer un control sobre el gasto público.8
Se está analizando en nuestro caso, un proceso de transición de una democracia pactada hacia una postdemocracia; vale decir, hacia un autoritarismo competitivo. Si esto fuera así, este sería poco frecuente y poco estudiado por la politología comparada, la cual le ha prestado una mayor atención a los procesos de transición política que van de un espacio político autoritario a uno de orientación democrática.9
Dentro de esta dirección y luego de trece años del liderazgo de Hugo Chávez en Venezuela, la política exterior del país puede considerarse como el “reflejo” de las fortalezas y debilidades de un proceso que rompió con el pasado y que hoy se estabiliza bajo coordenadas diferentes.
Por ello se ha desarrollado un discurso radical en la política exterior en donde se aspira a un mundo multipolar, se entiende a Venezuela bajo una amenaza permanente de un ataque militar de Estados Unidos y de una política de desestabilización por parte de ese país, se promocionan sectores sociales alternativos en el mundo, se cambia la política de alianzas, se busca el acercamiento a países considerados por Occidente como “problema” y se reinterpreta el tema de la cooperación internacional promoviéndose la solidaridad internacional y lo que se ha definido como el “rentismo global.”10
Desde ese punto de vista destacan el desarrollo de la alianza cubano-venezolana, la red latinoamericana de gobiernos y movimientos afines a la propuesta venezolana, la concreción de la ALBA, las relaciones especiales con países como Irán, Rusia, China, Siria y con otros de menor importancia como Vietnam y Bielorrusia. 11
Es en este contexto en donde se deben ubicar las relaciones de Venezuela con Cuba presentando dos conjeturas sobre el tipo de vinculación que tienen los dos países.12 Una de carácter tradicional descansa en la tesis de explorar el papel que juega el petróleo en esa relación. La segunda menos comentada, descansa en la tesis de preguntarse hasta qué punto el modelo autoritario venezolano se ha mezclado con el modo autoritario cubano, dada la conformación de esa vinculación que va más allá de lo político y comercial y que se expresa en el objetivo de fortalecer una complementación económica.13
Este artículo se divide en cuatro secciones. En la primera de ellas, se reflexiona sobre el papel del petróleo en la economía y en la política de Venezuela. En la segunda sección se discute el tema de la complementación económica entre Venezuela y Cuba a la luz de la discusión sobre el rentismo petrolero. En la tercera sección se analizan las relaciones entre Venezuela y Cuba desde la óptica petrolera y en la cuarta, se dan algunas conclusiones preliminares.
EL RENTISMO Y LA POLÍTICA EXTERIOR DE VENEZUELA
El tema de la proyección del rentismo venezolano tiene que ver con la observación de cómo el gobierno del presidente Chávez controla la corriente rentística petrolera, a fin de promover su liderazgo continental y fundamentar su referencia global.
Es por ello que el mercado de rentas venezolano (favores, donaciones, traspasos, pagos a terceros, ayuda directa, condonaciones, financiamiento e inversiones sin tasa de retorno, etc.) se traslada al espacio global y es aprovechado por actores que manipulan la ayuda venezolana (renta geopolítica) para capturarla y tener acceso a ella (fundamentalmente las de carácter energética y financiera) y no por las vías comerciales (intercambio) y económicas (valor agregado). Esta operación llamada de rent-seeking, estudiada previamente en el contexto del colonialismo y los protectorados europeos, se ha convertido en un elemento especial en la concepción de integración que tiene el gobierno de Venezuela.14
El rentismo, hasta ahora se había considerado como un fenómeno doméstico al caso venezolano. Aunque en el pasado se pueden observar algunos rasgos de rentismo internacional por parte de Venezuela, es con el gobierno de Hugo Chávez cuando esta modalidad se ha extendido.
En efecto, la estrategia relacionada con la conformación de un mundo multipolar (dentro de la cual se inscriben las alianzas regionales) se entrecruza con los objetivos en materia energética, en la medida que la estrategia corporativa de la petrolera estatal, Petróleos de Venezuela (PDVSA), incluye el despliegue de una política empresarial pública de integración regional con las naciones de Suramérica, Centroamérica y el Caribe. Esta línea de acción se ha profundizado en la medida en que PDVSA ha avanzado en la suscripción de acuerdos internacionales con empresas petroleras estatales y privadas, en la diversificación de mercados y en el fortalecimiento de la integración energética regional. 15
Estas acciones se desarrollan en el marco de Petroamérica, instancia que es considerada como el habilitador geopolítico para el establecimiento de mecanismos de cooperación e integración, mediante la utilización de los recursos energéticos de las regiones del Caribe, Centroamérica y Suramérica. A través de Petroamérica confluyen Petrocaribe, Petrosur y Petroandina.
Por otra parte, en la agenda de acciones de cooperación que financia PDVSA se tienen tres objetivos: (1) Mitigar las asimetrías en el acceso a recursos energéticos; (2) Establecer mecanismos de cooperación e integración, sobre la base de la complementariedad; (3) Impulsar la interconexión energética y la inversión conjunta en proyectos económicos, sociales y energéticos.
La estructura funcional que ha adoptado PDVSA responde a la activación de estas iniciativas con otros países. De hecho, un elemento característico es el que se haya establecido como una condición obligatoria que las operaciones de Petrocaribe tienen que ser llevadas directamente por los Estados, para lo cual se exige la creación de empresas mixtas estatales (entre las cuales se cuentan VENCUPET en Cuba, ALBA Petrocaribe en Belice, ALBANISA en Nicaragua y ALBA Petróleos en El Salvador) o que se recurra a la figura de contratos de suministro.
Ese tipo de canal institucional es tan sólo uno de los caminos que siguen los fondos que ha destinado el gobierno venezolano para atender compromisos asumidos con otros países. En ese sentido, una expresión importante del tema del rentismo se encuentra en la adopción de estrategias extra-corporativas por parte de PDVSA. Un indicio sobre este tema se constata al revisar el listado de inversiones en refinerías y otros desarrollos en materia energética en otros países.16
A partir del universo de transferencias, donaciones, inversiones y adquisiciones que ha realizado el gobierno del Presidente Chávez es posible considerar cinco categorías, entre las cuales los dos tipos de operación más significativos están relacionados directamente con el negocio petrolero:
- Estrategias PDVSA: las inversiones y aportes de la compañía estatal se corresponden con las estrategias de ampliación de capacidad de refinación del petróleo venezolano por parte de PDVSA, y las alianzas relacionadas con el tema energético. Este tipo de operaciones contiene el elemento rentista en la medida que Venezuela entrega recursos a proyectos que difícilmente se implementarían en otro caso, y al mismo tiempo introduce una injerencia de hecho, al asegurar la presencia de intereses venezolanos a largo plazo. Estas inversiones se incluyen en convenios dentro de los cuales no se incorporan cláusulas para la explotación de esas facilidades por parte de PDVSA, ni arreglos en materia comercial o productiva, con lo cual se expresa la asimetría en contra de Venezuela.
- Acuerdos de Cooperación Petrolera: incluye las ventas de petróleo con descuento asumidas bajo distintas modalidades. De acuerdo con PDVSA, las ventas de petróleo a países con acuerdos de cooperación ascendieron a 240 MBD en 2010. Estos volúmenes totalizan los aportes entregados por Petrocaribe (28%); Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas (12%); Convenio Integral de Cooperación con Cuba (52%) y Acuerdo de San José (8%). Ese volumen representa alrededor del 9% de las exportaciones venezolanas de petróleo. El seguimiento y ejecución de estas iniciativas está centralizado en PDVSA América, S.A., empresa creada en junio de 2006. Estos acuerdos complementan lo que fue el Acuerdo de San José, pero prevalecen unas condiciones mucho más ventajosas para los países firmantes, cuya máxima expresión está en las entregas de petróleo a Cuba y los acuerdos suscritos en el marco de la ALBA. 17
- Donaciones o Aportes Directos: agrupa las transferencias, ayudas en efectivo o en especies que el gobierno venezolano ha realizado a otros países, ya sea en ejecución de convenios comerciales o de cooperación, la condonación de deudas o la atención a situaciones puntuales. Dentro de este grupo de expresiones de rentismo se identifican elementos de muy diversa naturaleza que abarcan la compra de viviendas, la construcción de autopistas y otras obras de infraestructura y hasta la atención de temas humanitarios.
- Intercambios: dentro de esta categoría se contabilizan los aportes en petróleo hechos por Venezuela que han tenido contraprestación en bienes y servicios suministrados por los destinatarios. Esa contrapartida constituye un matiz respecto a los casos de rentismo previamente considerados. Un caso especial es el de las relaciones con Cuba, en donde se traen de ese país unos recursos humanos cuyo costo es pagado con el envío de petróleo venezolano a la isla.
- Operaciones de financiamiento: incluye la compra de títulos de deuda y otras operaciones, lo que implica la participación en el financiamiento de otros gobiernos, con una aproximación poco tradicional para la incursión de un gobierno como el venezolano en mercados financieros internacionales. Las contribuciones que el gobierno venezolano ha comprometido y/o realizado hacia otros países han totalizado 36.406 millones de US$ (acumulados desde 1999 hasta febrero de 2009). A juzgar por la diversidad de proyectos que componen ese total, puede sugerirse que la renta se utiliza no sólo para avanzar en estrategias de control político y de formación de alianzas, sino que Venezuela, especialmente por intermedio de PDVSA, aparece como una suerte de organismo multilateral, que matiza la naturaleza de sus relaciones con América Latina y el Caribe.
De todo ese universo, los países que más recursos han percibido son Cuba (35.7%), Argentina (25.2%), Ecuador (13.9%), Nicaragua (8.4%), Brasil (6.0%), Uruguay (2.7%) y Bolivia (2.4%). El resto de los países beneficiados incluye a Paraguay, Honduras, República Dominicana, Dominica, Haití, Jamaica, Antigua y Barbuda, El Salvador, Guyana y Estados Unidos (es el caso de suministro de combustible barato y subvencionado por parte de la compañía venezolana CITGO a comunidades pobres de Nueva Inglaterra) y el caso especial de Puerto Rico.18
En materia de cooperación petrolera, Cuba es el país que ha recibido más recursos, ya que los 11 años de suministro de petróleo que se han estimado ascienden (hasta el año 2010) a 19.195 MMUS$, monto que representa el 85% del total de la cooperación petrolera de Venezuela, y el 34% del total de todos los recursos analizados.
En el caso de las donaciones o aportes directos, Bolivia ha recibido un 25% del total considerado, y le siguen Bielorrusia (300 MMUS$, equivalente al 15%); Cuba (10%); República Dominicana, Dominica, Haití y Nicaragua (con 8% aproximadamente, cada uno). En el caso de Cuba se ha donado una suma para: la construcción de 150 casas, un proyecto de electrificación de La Habana, un proyecto de desarrollo endógeno en Pinar del Río, la ayuda para la reconstrucción de la infraestructura dañada por los huracanes Ike y Gustav, MMUS$ 150, los sueldos de 400 dólares mensuales a cada médico cubano participante en la misión Barrio Adentro, el financiamiento para la compra de insumos para la construcción y materiales de seguridad, una línea de crédito para el sector turismo, la construcción por la empresa cubana Socivireca en colaboración con el Ministerio de Turismo de Venezuela del Complejo Hotelero Venetur Gran Caribe, en el estado Vargas y la construcción de obras sociales en Cienfuegos, lo que suma cerca de 200 millones de dólares.
En cuanto a la actividad relacionada con el financiamiento, la posición más importante como receptor la ocupa Argentina, pues las operaciones de compra de deuda y de títulos de ese país ascienden a 6.961 MM US$, lo que implica el 92% del total de la actividad de financiamiento y el 19% de todo el universo de las erogaciones que se han considerado.19
La capacidad de producción de PDVSA para diciembre de 2011 era de 2.664.000 MBD (según la OPEP). Esta cifra incluye las asociaciones estratégicas y los acuerdos operacionales, ahora bajo el esquema de empresas mixtas. Venezuela distribuye 674 MBD en el mercado interno (precios subsidiados), 120 MBD a Cuba (precios subsidiados), 107 MBD a los países de la ALBA (sin Cuba) y el Caribe y países de América Central (precios subsidiados), 403 MBD a China (venta comercial más préstamos, Fondo Pesado I y Fondo Pesado II), 80 MBD a Bielorrusia (préstamos), 100 MBD a Japón (préstamos), 1.090.000 MBD a los Estados Unidos (precios de mercado) y 90 MBD a otros clientes (precios de mercado) de PDVSA.
PDVSA añade 500 MBD de petróleo pesado de la Faja del Orinoco en la producción diaria de petróleo. Esto significa que la producción diaria de petróleo venezolano se calcularía de 3.145 MBD (más alta que la dada por la OPEP). Para el 30 de diciembre de 2011, el barril de petróleo venezolano llegó a valer 106,70 dólares, lo que dio un promedio anual en 2011 de 101,04 dólares por barril.20
PDVSA ha elegido el endeudamiento como forma de financiar la expansión de los negocios de la empresa, en la medida que los costos de financiamiento sean menores a las ganancias que los proyectos nuevos generen (con base en flujos de caja positivos) y la empresa mantiene un nivel de deuda racional en concordancia con tendencias en la industria a nivel global (aproximadamente 43% de los activos) y no más de 2 en el indicador de deuda a EBITDA (ingresos antes de impuestos, depreciación y amortización) el cual, hoy está en 1.2 veces. Así que se tienen una situación financiera holgada en PDVSA y la posibilidad de avanzar en un plan de desarrollo gigantesco que requiere de las inversiones extranjeras.21
En 2012, PDVSA ha asumido nuevos compromisos que no están vinculados con su actividad principal, y ese mayor número de obligaciones la ha llevado a buscar otras fuentes de ingresos, pues el flujo de fondos que se origina por la venta de crudo es insuficiente, pese a que el barril estaba en 106,70 dólares por barril en diciembre de 2011 (tomando en cuenta que parte de los ingresos de PDVSA no van al Banco Central sino a otros planes de financiamiento fuera del presupuesto nacional, como el Fonden y la Gran Misión Vivienda).
En la medida en que adquiere nuevas responsabilidades, PDVSA gestiona ayudas con los entes oficiales. Adicional a la asistencia que le ha dado el Banco Central por 2,3 millardos de dólares, PDVSA en la primera mitad del año 2011 recibió ayuda del Banco de Venezuela, el Banco del Tesoro y la Tesorería Nacional por 2,6 millardos de dólares. Estas obligaciones se adquieren cuando la gestión de Petróleos de Venezuela está más comprometida, con un acelerado endeudamiento en bonos y con millones de dólares en deudas con sus proveedores.22
EL CASO CUBANO-VENEZOLANO
Especialistas en los asuntos cubanos y venezolanos han querido encontrar en la necesidad cubana de petróleo importado la causa fundamental del acercamiento entre ambas naciones en diversas etapas. Aunque el petróleo importado es vital para la economía cubana (significó el 56% de su demanda interna en el año 2010), a nuestro entender la causa fundamental de ese acercamiento político es la similitud ideológica entre ambos regímenes, lo que genera beneficios comunes a ambas partes, tal como se ha señalado en otros trabajos publicados previamente.23
A la llegada de Fidel Castro y del Movimiento 26 de Julio al poder en 1959, Venezuela tenía un importante intercambio comercial con Cuba. De hecho, Venezuela era el segundo país exportador de productos a Cuba después de Estados Unidos. Fidel Castro, en la visita que hizo a Caracas en enero de 1959, le sugirió al presidente electo de Venezuela, Rómulo Betancourt que el futuro gobierno le vendiera petróleo a Cuba para suplir sus necesidades para el transporte y la generación de energía eléctrica.24
En 1958, Cuba importó bienes venezolanos por el orden de los 66.5 millones de dólares siendo el 99%, petróleo crudo y productos refinados; Cuba importó bienes de Venezuela en 1959 por el orden de los 48 millones de dólares, con un 99% correspondiente a petróleo crudo y derivados. En 1960, Cuba importó 30.6 millones de dólares en productos venezolanos, 99% fuel-oil. Cuba no recibió más petróleo de las refinerías estadounidenses que se negaron a refinar el petróleo soviético y que fueron nacionalizadas por el gobierno cubano en junio de 1960. A finales de ese año, Cuba dejó de recibir petróleo y productos refinados desde Venezuela y por lo tanto las importaciones cubanas de Venezuela descendieron a 0.1 millones de dólares en 1961 y a menos de 0.05 millones de dólares en 1962. Esto fue acompañado por el rompimiento de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Cuba en noviembre de 1961. Desde 1962 hasta 1969, el intercambio comercial cubano-venezolano fue nulo, y nada significativo entre 1970 y 1999.25
Desde 1970 y sobre todo, a partir del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, comerciales y consulares entre Venezuela y Cuba en 1974, se volvió a dar un intercambio comercial cubano-venezolano pero de una manera muy modesta. En el año 1974, se planteó la posibilidad de que Venezuela volviera a venderle petróleo a Cuba a través de un acuerdo comercial con la Unión Soviética, que era el proveedor fundamental de petróleo de Cuba desde el año 1960. De hecho, en las estadísticas venezolanas del año 1974, aparece que Venezuela envió a Cuba ese año 214.000 barriles de petróleo.26 El presidente Carlos Andrés Pérez visitó Moscú en diciembre de 1976. En dicha ocasión se firmó un acuerdo entre Venezuela y la Unión Soviética según el cual Venezuela enviaría a Cuba 20 MBD a ser pagados por la URSS y la URSS enviaría la misma cantidad a refinerías alemanas y españolas sustituyendo el envío de petróleo venezolano a esos países.27
Venezuela concretó en esos años la venta a Cuba de arroz, de productos de ferretería, productos petroquímicos y de gasolina y firmó con La Habana acuerdos de cooperación siderúrgica y bancaria. Por su parte, Cuba le vendió a Venezuela importantes cantidades de cemento y ganado. En la década de los noventa del siglo pasado, el petróleo y sus derivados significaron en promedio el 90% de las exportaciones venezolanas a Cuba, siendo el resto de los productos aves beneficiadas, productos siderúrgicos, productos petroquímicos y tubos sin costura. Venezuela importó caña de azúcar y sacarosa químicamente pura.28
La balanza comercial entre los dos países registró en esos años unos saldos positivos para Venezuela, pero con cifras muy bajas que no llegaron al 1% de las importaciones venezolanas y al 4% del total de las exportaciones venezolanas. Las exportaciones venezolanas de petróleo a Cuba durante esos años significaron el 96% de las exportaciones totales venezolanas a esa nación. Para el año 1984, Cuba importaba el 90% del consumo de petróleo interno aunque años más tarde, en el año 2010 redujo la dependencia del suministro importado al 60%.29
Cuadro 1. Venezuela: Comercio Exterior con Cuba, 1998–2010 (en miles de millones de dólares)
Desde el punto de vista económico y comercial, la relación bilateral dio un giro fundamental con la aprobación de un Convenio Integral de Cooperación entre Cuba y Venezuela firmado en el mes de octubre de 2000. Esto llevó a que Venezuela colocara para el año 2002, 53 MBD de petróleo subsidiado en Cuba, que cuenta con precios preferenciales y fijos desde el año 2005 (27 dólares el barril), incluyendo el costo del flete y de los seguros por cuenta de Venezuela (Precio CIF), con dos años de gracia, una extensión de cinco años renovable y un financiamiento a corto plazo a 90 días.30
En el año 2005, la cuota diaria de petróleo venezolano exportado a Cuba se elevó a 97 MBD (44 MBD de ellos por la cuota para Cuba del mecanismo de PetroCaribe), se logró la remodelación de la refinería petrolera de Cienfuegos, para lo cual se constituyó la empresa mixta CUVENPETROL S.A, (PDVSA CUBA con un 49% y Comercial CUPET con un 51% de acciones) con una capacidad de refinar de 65.000 MBD (se ampliará a una capacidad de 150 MBD) y que procesa, refina y eventualmente re-exporta parte de los 120.000 MBD que recibe Cuba de Venezuela, firmándose otros acuerdos en materia energética como la creación de una planta de gas natural licuado. Desde el año 2008, Venezuela envía en promedio unos 120 MBD de petróleo y derivados a Cuba y en el año 2011 se refinaron en la isla alrededor de 55 MBD de petróleo crudo proveniente de Venezuela.
Si la producción local cubana es de 64 MBD (que es extraído de la costa nordeste de la isla junto con gas natural para la generación de energía eléctrica) y recibe 120 MBD de Venezuela, esto da la cifra de 184 MBD, y si el consumo interno de Cuba es de 160 MBD (85% de energía fósil), sobran 24 MBD que eventualmente se convierten en una operación de reexportación. (No nos referimos al petróleo crudo que llega a Cuba que según el Convenio Integral de Cooperación entre Cuba y Venezuela debe consumirse integralmente en la isla, sino a su refinación y los productos derivados que puedan tener un proceso de industrialización y por ello pudiera reexportarse sin violar las cláusulas del Convenio).
Como contraprestación, Cuba comenzó a trasladar a Venezuela en el año 2000 a más de 13.000 trabajadores cubanos, la mayoría de ellos provenientes del sector de la salud (médicos, enfermeras y paramédicos) y del sector deportivo, en forma de trueque; y desde el año 2003, en pagos por servicios profesionales y técnicos.
Esto llevó a que desde el año 2003, se dé una masiva participación cubana en las misiones sociales del gobierno de Venezuela: Barrio Adentro y Operación Milagro (salud), Misiones Robinson, Rivas y Sucre (educación), Misión Barrio Adentro Deportivo y el programa de formación de médicos. De hecho, 45.174 venezolanos han recibido atención médica en Cuba desde el año 2003 y más de 24.000 jóvenes venezolanos están estudiando medicina en Cuba y en Venezuela, bajo el programa de medicina integral comunitaria.
La puesta en marcha de la ALBA a fines del año 2004, permitió darle otro giro a las relaciones hacia un plano más regional. Esto ha permitido sucesivas negociaciones de lo que resultaron tres protocolos adicionales vigentes que introdujeron 470 ítems a favor de Cuba y el 100% del universo arancelario a favor de Venezuela. Adicionalmente se incluyeron normativas de Origen, Normas Técnicas y Solución de Controversias.31De hecho, se dio una Declaración Conjunta el 14 de diciembre de 2004 en donde se dice que “se aspira a una concertación de posiciones en la esfera mundial” y se firmó ese mismo día, la ampliación y modificación del Convenio Integral de Cooperación entre Cuba y Venezuela.
Cabe destacar la constitución de una empresa mixta petrolera, Petrolera VENCUPET, entre la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP), filial de PDVSA, y la empresa estatal cubana, Comercial CUPET, para actividades de exploración petrolera en la Faja Petrolera de Venezuela, con un 60% y un 40% de acciones respectivamente, y con el fin de participar en el proyecto de cuantificación y certificación de reservas de la Faja Petrolífera del Orinoco en el área Boyacá, Bloque Boyacá 1. También Petrolera VENCUPET está por empezar un proyecto para la exploración de petróleo y gas asociado en los campos maduros Adas, Lido, Lión y Oficina Central ubicados en los estados Anzoátegui y Monagas en Venezuela. Cuba también participa en el proyecto conjunto con la CVP y la empresa de Angola SONANGOL Pesquisa en los campos maduros Migas y Melones Oeste en Venezuela y en los bloques N53, N54, N58 y N59 de la zona económica exclusiva del Golfo de México de soberanía cubana, a ser desarrollados por la empresa mixta VENCUPET (con la participación del 51% de las acciones de PDVSA y el 49% de las mismas por Comercial CUPET S.A).32
Entre otros instrumentos de la ALBA se tienen: Telesur, el Foro Parlamentario y de los Pueblos Latinoamericanos en Defensa de las Economías Nacionales, PETROALBA, la Empresa Gran Nacional de Energía, el Consejo Energético de la ALBA, la ALBA Cultural y el Banco de la ALBA.33 El Banco de la ALBA sirve para tres fines: una política de crédito, una política de promoción de desarrollo y una política monetaria impulsando el Sucre.
El Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos, se reconoce por las siglas en mayúsculas, SUCRE. Por su parte, la denominación en minúsculas, es decir, “sucre,” identifica una Unidad de Cuenta Común del Sistema. En sus inicios, el “sucre” será una moneda sin emisión física (una moneda virtual) y se utilizará para valorar los intercambios comerciales entre los países de la región y como medio de pago entre los bancos centrales de los Estados miembros. En el futuro sería una moneda circulante dentro de los países de la ALBA. Por lo tanto si han comenzado las transacciones comerciales entre los países miembros utilizando al sucre como Unidad de Cuenta entre Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela y paralelamente, un proyecto de emisión de bonos y de otorgamiento de créditos. El sucre tiene un valor aproximado de U.S. $1,25.34
En este contexto, el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) y el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) emitieron la Resolución Conjunta No. 6 MFP-MINCEX, eximiendo del pago de los derechos de Aduana a las importaciones, cuyo origen sea la República Bolivariana de Venezuela. También fueron emitidas por Cuba las Resoluciones No. 26 y 27 del MFP, que eximen del pago de impuestos sobre utilidades a las empresas propietarias o poseedoras de barcos de bandera venezolana, que participen en la transportación de pasajeros y carga en el territorio cubano y del pago de los derechos de tonelaje de los barcos de pabellón venezolano, que arriben a puerto cubano procedentes del extranjero. Se otorgaron preferencias arancelarias a 104 nuevos renglones de exportación de Cuba y un cronograma de desgravación progresiva, tanto para estos nuevos renglones como para las preferencias ya existentes.
En relación al crédito de 20 MM USD otorgado por el BANDES para la modernización de las redes eléctricas de la Ciudad de La Habana, se firmó contrato por 15,708 MM USD, con la empresa American- Proyectos. Se trabaja en la licitación de los 4,2 MM USD restantes. De los 412 MM USD para la compra en Venezuela de productos, se han firmado 198 contratos comerciales por valor de 304,1 MM USD.
También se encuentran en funcionamiento las siguientes asociaciones económicas de naturaleza energética y afines:
- PDVSA-CUBA S.A, empresa mixta para la exploración y explotación, refinación, importación, exportación y comercialización de hidrocarburos y sus derivados, así como su transportación y almacenamiento;
- Banco de Exportación y Comercio de Cuba en Venezuela, filial del Banco Exterior de Cuba;
- Banco Industrial de Venezuela en Cuba, filial del Banco Industrial de Venezuela;
- Astimarca, empresa mixta para la explotación de un astillero de reparación naval y construcción de pequeñas unidades;
- PDV-CUPET S.A., empresa mixta para la rehabilitación de la Refinería de Cienfuegos;
- TransAlba, empresa mixta para la integración del Transporte Marítimo;
- CUVENPEQ, empresa mixta de productos químicos y fertilizantes;
- Ferrola S.A, empresa mixta para la infraestructura ferroviaria;
- Reciclaje Cuba-Venezuela RECUVEN, empresa de recuperación de chatarra;
- Guardián del Alba, empresa mixta constituida por PDVSA y Albet Ingeniería y Sistemas, S.A de Cuba a fin de promover soluciones integrales en automatización, informática y telecomunicaciones;
- Una empresa mixta para la ampliación de la Base de Supertanqueros en Matanzas;
- Se concluyeron los preparativos para iniciar el proyecto de una planta de amoníaco y urea.35
En este contexto, las relaciones de intercambio comercial de bienes entre Venezuela y Cuba pasaron de la cifra de 388.2 millones USD en 1998, a 464 millones en 1999, a 912 millones en 2.000, a 973 millones en 2001, a 744 millones en 2002, a 875 millones en 2003, a 1.510 en 2004, a 2.500 millones en 2005 y a 3.206 millones en 2006.
En el año 2007 el intercambio comercial entre Venezuela y Cuba estuvo alrededor de los 7.100 millones; 2.700 millones de USD en bienes, (2.250 de exportaciones y 450 de importaciones); y en 4.400 millones en servicios. En el año 2008, el intercambio comercial entre Venezuela y Cuba estuvo en el orden de los 10.400 millones de USD, un 32% más que en 2007, unos 4.887 millones de dólares en bienes, de cuyo monto, 4.473 millones de dólares correspondieron a las exportaciones venezolanas a Cuba y 414 millones a las importaciones venezolanas desde Cuba. El pago de servicios profesionales y técnicos como parte del intercambio comercial entre los dos países significó ese año un monto de 5.513 millones de dólares.
Durante el año 2009, el intercambio comercial de bienes y servicios estuvo en el orden de los 6.649 millones USD, un 36% menos con respecto a 2008. El comercio de bienes con Venezuela se situó ese año en unos 3.137 millones de USD en bienes, 2.604 millones de USD de exportaciones venezolanas a Cuba y unos 533 millones de USD de importaciones venezolanas desde Cuba; y en unos 3.512 millones de USD en servicios. De esta forma se dio en 2009 una disminución significativa en el comercio de bienes, la compra de servicios profesionales y la ayuda económica a Cuba, lo que dio como resultado un intercambio comercial entre Venezuela y Cuba relativamente bajo. Las exportaciones de Venezuela a Cuba en el año 2010 estuvieron en el orden de los 4.300 millones de USD, el 39.5% del total mundial de las importaciones cubanas ese año: 9.000 millones de USD.
Las importaciones de Venezuela desde Cuba fueron por 227 millones de USD, un 4.9% del total mundial de las exportaciones cubanas (4.597 millones de USD), pero significa el 37.5% de las exportaciones cubanas mundiales si se le agrega el rubro de los servicios profesionales y técnicos, (1.500 millones de USD). Las exportaciones venezolanas a Cuba en el año 2010 significaron el 9% del total de las exportaciones mundiales de Venezuela: 48.790 de USD y las importaciones de Venezuela desde Cuba significaron el 6% del total de las importaciones mundiales de Venezuela: 28.400 millones de USD.
Por su parte, la composición de las importaciones de Cuba desde Venezuela durante el período 2006– 2010, se resumen en: combustibles, lubricantes, productos laminados de hierro o acero sin alear, de anchura superior o igual a 600 mm, herbicidas, inhibidores de germinación y regulación del crecimiento de las plantas, insecticidas y fertilizantes (18%), barras de aluminio (16%), alambrón de hierro o acero, con un contenido de carbono superior o igual al 0,6% en peso (14%), arroz semiblanqueado o blanqueado, incluso pulido o glaseado (6%), los demás productos férreos esponjosos, en trozos, «pellets» o formas similares (3%), caucho con adición de negro de humo o de sílice (3%), alambre de aluminio con la mayor dimensión de la sección transversal superior a 7 mm. Para el año 2010, Venezuela importó de Cuba productos como medicamentos para uso humano (83%), las células fotovoltaicas, (2%), cables, trenzas y artículos similares, de cobre, sin aislar para electricidad (1%), equipamiento y utensilios médicos, equipos eléctricos, productos químicos y desde luego, servicios profesionales.36
La ayuda acumulada desde 1999, de Caracas a La Habana, se calculó para 2008 en unos 9.400 millones de dólares: 2.400 millones en subsidio a las ventas de petróleo venezolano, al ya nombrado precio fijo de 27 dólares y 7.000 millones de dólares en otros proyectos de cooperación bilateral. Para el año 2010 se calcula esa ayuda en 10.000 millones de dólares.37
Venezuela es ahora el principal socio comercial de Cuba, con un 39% de la balanza comercial (seguido de China, Rusia, España y Brasil), exportando a la isla: petróleo y derivados, calzados, textiles, materiales de construcción, productos plásticos e insumos industriales. Caracas importa de Cuba, asistencia técnica, ocho remolcadores, cemento y medicamentos y financia varios proyectos comunes. En materia de deuda acumulada de Cuba con Venezuela, esta se situaba en unos 4.975 millones USD al cierre del primer semestre de 2009, un 24% del total de las cuentas por cobrar por Petróleos de Venezuela, (PDVSA), en materia de cooperación petrolera.
A fines de 2007, las autoridades cubanas calculaban que había 39.000 “colaboradores” de ese país en Venezuela, 31.000 de ellos en el sector salud, un 63% del total mundial de los cooperantes internacionales de Cuba cuya cifra total llegó en ese año a 62.000. Se estima que hubo 51.000 colaboradores cubanos en Venezuela en el año 2010, de los cuales unos 5.000 prestan una colaboración de carácter político para la formación de cuadros revolucionarios y comunales. El presidente Chávez manifestó el 16 de enero de 2012 que 44.804 colaboradores cubanos se encontraban en Venezuela, de los cuales 31.777 estaban formando parte de las misiones médicas.38
Con la realización de la Primera Cumbre Presidencial Cuba-Venezuela, efectuada entre el 25 y 26 de julio de 2010 en la provincia de Santa Clara, Cuba, se consolidaron la planificación de las relaciones bilaterales y la unión económica y política de estos dos países, al igual que con la celebración de la II reunión de Alto Nivel de la Unión Económica Venezuela-Cuba, del 25 al 27 de julio de 2010.
El presidente venezolano visitó a Cuba por vigésima séptima vez a comienzos del mes de noviembre de 2010, en ocasión de la celebración del décimo aniversario del convenio integral bilateral. Ambos gobiernos decidieron renovar por una década más el convenio integral, que abarca acuerdos en materia energética, de cooperación internacional, servicios médicos, educativos y deportivos, entre otros.39
El presidente Chávez visitó Cuba por vigésima octava vez (de forma oficial) a partir del 8 de junio de 2011. El día sábado 11 de junio se firmaron 116 acuerdos para el desarrollo de proyectos en energía, salud, cultura, informática, comunicaciones y educación, por un monto de unos 1.300 millones de dólares, en el marco de la XI Comisión Intergubernamental y se revisaron las pautas para la unión económica Cuba- Venezuela, las Asociaciones Económicas y la ejecución de los créditos vigentes. Se revisó el estado actual de una planta de gas licuado, así como una red de gasoducto de 320 km., así como la ejecución final del proyecto del cable submarino venezolano, que debe entrar en operaciones en septiembre de 2012 y que multiplicará por 3.000 la capacidad de internet de la isla. Por otra parte se revisaron las Misiones Sociales desarrolladas de conjunto en Venezuela como Barrio Adentro I y II; las Misiones Educativas, Barrio Adentro Deportivo; Misión Milagro; Misión Campo Adentro y el Programa de Formación de Médicos y el proyecto de un complejo de fármacos en el estado Miranda en Venezuela.
En dicha ocasión, se revisaron los convenios comerciales y el estado actual del proceso de ampliación de la refinería de Cienfuegos, Cuba, que ambos países operan desde 2007, tras pactar con China su remodelación, para así aumentar la capacidad de refinación de 65.000 MBD a 150.000 MBD, lo que implica una inversión de 2.389 millones de dólares. El proyecto de ampliación de la refinería de Cienfuegos ha sido adjudicado a la compañía china Haunqui Corp, perteneciente a China National Petroleum Corporation (CNPC), con colaboración de la empresa de ingeniería italiana Technip Itali, financiación del banco Eximbank de China, y con una garantía de envío de petróleo venezolano. También se proyecta remodelar la refinería “Hermanos Díaz” en La Habana, para aumentar el número de barriles diarios refinados de 22 MBD a 50 MBD, con una inversión de 350 millones de dólares. También se analizó el plan de construcción de una refinería en la provincia de Matanzas para que procese a partir del año 2015, 150 MBD y con un oleoducto que iría de Cienfuegos a Matanzas, con una inversión de 3.759 millones de dólares y la ampliación de otra refinería en Santiago de Cuba. Se estima que a mediano plazo estas refinerías procesaran el petróleo venezolano que provenga de la Faja Petrolera del Orinoco.40
El presidente Chávez fue operado en Cuba, el viernes 10 de junio de 2011 de un tumor cancerígeno, en medio de muchas especulaciones sobre el estado real de su salud. Chávez regresó a Caracas el 4 de julio de 2011. Desde junio de 2011 hasta abril de 2012, Hugo Chávez ha estado 10 veces y 113 días en Cuba. 41
El 19 de diciembre de 2011 se conoció que se habían firmado 47 nuevos acuerdos entre Venezuela y Cuba con un financiamiento de 1.600 millones USD, en el marco de la XII Sesión de la Comisión Intergubernamental Bilateral y en las áreas de educación, agricultura, transporte y comercio, además de cultura, medio ambiente, deportes, salud y electricidad, evaluados en mesas de trabajo para ampliar y revisar los proyectos de complementariedad, con réplica en los dos países y en empresas mixtas en el marco de la búsqueda de la unión económica entre los dos países. 42
El 1 de enero de 2012, en ocasión de celebrarse un año más del inicio de la Revolución Cubana, el gobierno de Venezuela apuntó que “La Revolución Bolivariana, hermana inseparable de la Revolución Cubana, se llena de júbilo en el Alba de este año 2012, para desear a todo el pueblo cubano, un año más de victorias, de ejemplos y de dignidad, y ratificarle su más profundo sentimiento de admiración y de infinita solidaridad.”43
Por otra parte, se conoció de la firma entre los ministerios del Poder Popular para la Defensa venezolano y de Transporte de Cuba el 5 de enero de 2012 de un contrato para la construcción por Cuba de buques tipo patrullero de calado mediano Damen Star Patrol 2606, parecidos al Patrullero PG-51 Págalo, uno de los cuales deberá entregarse en estos meses y fabricado en Cuba. Este convenio perfecciona un convenio anterior firmado en el año 2007 y traslada la fabricación de esos buques a territorio venezolano. Venezuela había construido e incorporado a la flota de la Armada venezolana un buque Patrullero PG-51 Pégalo en el año 2007, pero no pudo construir más por la prohibición del Reino de los Países Bajos (Holanda) de que compañías de ese país vendieran armas y suministraran tecnología a Venezuela. Lo extraño de esto es que lo astilleros cubanos están regentados por la empresa holandesa Damen Shipyard Group, lo que llevaría a plantearse un tema de transferencia de tecnología ilegal.44
CONCLUSIONES
Enfatizando los aspectos económicos y comerciales de esa relación, es importante señalar como este caso se convierte en algo singular al estudiar el rentismo internacional venezolano, en la medida en que las relaciones bilaterales entre los dos países transitan por todas esas dimensiones. Así se tiene que PDVSA se ha implantado en Cuba por medio de tres actividades principales: (1) el envío de petróleo y derivados a precios y transportes subsidiados y con facilidades, como lo son el precio fijo a 27 dólares el barril, con dos años de gracia y el financiamiento corto plazo a 90 días; (2) la ampliación y apertura de refinerías e inversiones y aportes directos a fines no petroleros, siendo el principal de ellos, el pago de Venezuela por los servicios profesionales aportados por Cuba y la operación de financiamiento del cable submarino; y (3) de igual modo destacan los acuerdos de cooperación como el Convenio Integral de Cooperación entre Cuba y Venezuela y el Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas y las donaciones o partes directos, como es el caso de los proyectos de construcción de viviendas y del tendido eléctrico en La Habana.
Esto desde luego se presenta como un caso de “exportación de la política” por parte de un influyente país productor de petróleo, en la medida en que la ayuda venezolana a Cuba y los envíos de remesas controladas por La Habana se transforman en transferencias directas a una economía con poca posibilidad de crear recursos financieros y que necesita de estas transferencias para sobrevivir.45
Desde luego que quedan algunos procesos y algunas interrogantes para ser estudiados más a fondo, tal como la discusión sobre las cifras de consumo de petróleo de Cuba. Cuba ocupa el noveno lugar en población y el octavo lugar en consumo de petróleo y derivados entre los países de América Latina y el Caribe, pero, cuando se coloca entre los países de América Latina y el Caribe (incluyendo a Puerto Rico) que tienen entre 10 y 20 millones de habitantes, Cuba ocupa el tercer lugar, por el cociente que resulta de dividir población entre consumo de petróleo y derivados (después de Chile y de Puerto Rico), lo que lleva a la pregunta si las estadísticas sobre consumo de petróleo en Cuba son confiables y si se aumenta ese monto con el fin de encubrir un mayor volumen de MBD venezolanos que se re-exportan.46
Otra interrogante que queda sin contestar es el monto que le paga Venezuela a Cuba por cada uno de los ciudadanos cubanos que vienen a Venezuela (sin sumar lo que recibe directamente el funcionario cubano, que son 400 dólares mensuales en promedio), o trabajan en Cuba y son pagados por Venezuela, cuánto es percibido por cada uno de ellos y cuanto se queda en manos del Estado cubano.
Una tercera interrogante es que si nos encontramos ante una relación política-ideológica y un proceso de complementación y unión económica, que es parecido al que Cuba desarrolló con la Unión Soviética y el COMECON en donde el concepto “subsidio” juega un rol estelar. Sería interesante realizar un estudio comparado de la relación entre la URSS y el COMECON con respecto a la de Venezuela y la ALBA.47
En este contexto, se proyectan tres escenarios para la diplomacia venezolana y para las relaciones entre Caracas y La Habana. El primero de ellos descansa en la idea de que se diera una situación parecida al año 2011, de contradicciones sin llegar a determinaciones y cambios, lo que llevaría a Caracas a mantenerse en la ambigüedad que ha proyectado todos estos años. Un segundo escenario descansa en la idea de que el sistema internacional reduzca las posibilidades de maniobra, se recuperen los países occidentales de la crisis económica, que Venezuela pierda la oportunidad de afianzar su pretendida alianza anti-occidental y Chávez deje de ser un líder autoritario con apoyo y sea otro autoritario líder impopular y vulnerable. Un tercer escenario descansa en la hipótesis de que en las elecciones de 2012 gane el candidato opositor y se plantee un cambio radical en los fundamentos e instrumentos de la política exterior de Venezuela. Si fuera así se revisarían las relaciones entre Venezuela y Cuba y sus acuerdos de cooperación entre los dos gobiernos. Tanto en el caso de las misiones sociales como en la complementación económica, prevalecen los subsidios a Cuba, un trato diferencial y el aporte asimétrico de Venezuela. En un gobierno diferente, se ajustarían los programas conjuntos de cooperación energética y de recursos humanos.
FOOTNOTES
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2. Robinson, James. (1997). When is a State Predatory? Manuscript, Department of Government, Harvard University; Ross, Michael. (2001). “Does Oil Hinder Democracy?” World Politics. 53(3): 325–61; Karl, Terry Lynn. (1997). The Paradox of Plenty: Oil Booms and Petro-States. Berkeley, CA: University of California Press.
3. Dunning, Thad. (2008). Crude Democracy: Natural Resource Wealth and Political Regimes. Cambridge: Cambridge University Press; Corrales, Javier y Penfold, Michael. (2011). Dragon in the Tropics. Hugo Chávez and the Political Economy of Revolution in Venezuela. Washington, D.C. The Brookings Institution Press.
4. Karl, Terry Lynn. (1997). Op. Cit.; Romero, Carlos y Curiel, Claudia. (2009) “Venezuela: Política Exterior y Rentismo.” Cuadernos PROLAM/USP. Brazilian Journal of Latin American Studies. Año 8, Número 14, Vol. 1 (January/June 2009) Programa de Posgraduación en Integración del PROLAM-USP, Säo Paulo, Brasil, pp. 39–61; Dunning, Thad. “Endogenous Oil Rents.” Comparative Political Studies 2010; 43; 379–410. Sobre el concepto de “petrolismo” veáse: Orro, Roberto. (2009) “Petrolism in Cuba and Implications of U.S Investment in the Cuban Oil Sector.” Cuba in Transition—Volume 19. Washington: Association for the Study of the Cuban Economy.
5. Orro, Roberto. (2009). Op. Cit.
6. Sobre una discusión de estos temas ver: Karl, Terry Lynn. (1997). Op. Cit.
7. Acemoglu, Daron y Robinson, James A. (2006) Economic Origins of Dictatorship and Democracy. New York: Cambridge University Press.
8. Martínez, Luis. (2010). Violence de la Rente Pétroliére. Algérie-Irak-Lybie. Paris, Presses de Sciences Po. (Collection Nouveaux Débats ; 21).
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14. Romero, Carlos A. y Curiel, Claudia. (2009). Op. Cit.
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16. Romero, Carlos A. y Curiel, Claudia. (2009). Op. Cit.
17. Banco Central de Venezuela. (2010). Informe Anual 2010. Caracas, BCV.
18. Romero, Carlos A. y Curiel, Claudia. (2009). Op. Cit.
19. Romero, Carlos A. y Corrales, Javier. (2010). “Relations between the United States and Venezuela, 2001–2009: A bridge in need of repairs,” Op. Cit.
20. Dávila, Luis (2011). Op. Cit.
21. Ibídem.
22. Velásquez, Efraín. (2011). “Actual modelo económico genera un frágil crecimiento.” Declaraciones a Yanet Fernández. El Universal, 14–12–2011: 1–8.
23. Romero, Carlos A. (2011). “Cuba y Venezuela: La génesis y el desarrollo de una utopía bilateral.” En: Ayerbe, Luis Fernando (Coord.). Op. Cit.; Orro, Roberto. (2009) Op. Cit.; Azicri, Max. (2010). “The Cuban-Venezuela Alliance: Dynamics of a Beneficial Solidarity Exchange in Hard Economic Times.” Ponencia presentada en el Congreso Internacional de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA). Toronto, Canadá, 6–9 octubre, 2010.
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28. Ibídem.
29. Romero, Carlos A. (1992). Op. Cit., Capítulo IV.
30. Romero, Carlos A. (2009). “Venezuela y Cuba una seguridad diferente,” Marzo de 2009. Nuevo Mundo Mundos Nuevos. http:// nuevomundo.revues.org/index55550.html; Rojas Jíménez, Andrés. (2012). “Acuerdo con Cuba no prohíbe la reventa de crudo que envía PDVSA.” El Nacional. 04/01/12:4; PDVSA. (2011). Informe de Gestión 2010 y PDVSA. (2012). Informe de Gestión 2011.
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33. Romero, Carlos A. (2008) Venezuela. Una Integração Complexa. São Paulo: Fundação Memorial. Coleção Cadernos da América Latina; Romero, Carlos. (2010).
34. ALBA. (2004). “Acuerdo entre el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y el Presidente del Consejo de Estado de Cuba, para la aplicación de la Alternativa Bolivariana para las Américas.” Op. Cit.; Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. (2010). “Gobiernos de Venezuela y Cuba celebrarán en La Habana los diez años del Convenio Integral de Cooperación. 9–11–10.” www.cubaminrex. cu/
35. República Bolivariana de Venezuela. Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores. Embajada de Venezuela en Cuba. Síntesis de las Relaciones de Cooperación Venezuela-Cuba. www.venezuelaencuba.co.cu/venezuelacuba/sintesis.html; Petróleos de Venezuela, PDVSA. (2011). Informe de Gestión 2010.
36. Ibídem
37. Romero, Carlos. (2010). “South-South Cooperation between Venezuela and Cuba.” Op. Cit.
38. Da Corte, María Lilibeth. (2012). “Presidente dice que 44 mil 804 cubanos viven en Venezuela.” El Universal. 17–02–2012: 1–4
39. Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. (2010). “Gobiernos de Venezuela y Cuba celebrarán en La Habana los diez años del Convenio Integral de Cooperación. 9–11–10.” www.cubaminrex.cu/
40. Acta Final XI Reunión de la Comisión Intergubernamental del Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela. La Habana, 11 de junio de 2011. En Juventud Rebelde. digital@juventudrebelde.cu.
41. Castro Ruz, Fidel. (2011). “Una declaración brillante y valiente.” 3 de julio de 2011. Cubadebate.contra el terrorismo mediático. www.cubadebate.cu, “Reflexiones de Fidel.”
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45. Ahmed, Faisal Z. “The Perils of Unearned Foreign Income: Aid, Remittances, and Government Survival.” American Political Science Review Vol. 106, No. 1 February 2012: 146–165.
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47. Sobre el subsidio soviético véase: Mesa-Lago, Carmelo. (1978). Cuba in the 1970s: Pragmatism and Institutionalization. Alburquerque, New Mexico: The University of New Mexico Press; Mesa-Lago, Carmelo. (1979). “The Economy and Economic International Relations.” En: Cole Blasier y Carmelo Mesa-Lago (eds). Cuba in the World. Pittsburgh: University of Pittsburgh Press: 169–198; Cole Blasier (1979). “COMECON in Cuban Development.” En: Cole Blasier y Carmelo Mesa-Lago. Op. Cit. pp. 225–255.
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